Lo acusa de fomentar violaciones a derechos humanos
Rechaza Pérez Esquivel nombramiento de Sanguinetti en Universidad de la Paz
Buenos Aires, 27 de agosto. Organismos de derechos humanos, así como el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel y personalidades locales apoyaron al Servicio Paz y Justicia (Serpaj) en América Latina en su rechazo al nombramiento del ex presidente uruguayo Julio María Sanguinetti como miembro y presidente del Consejo de la Universidad para la Paz.
“Como organizaciones de la sociedad civil defensoras de los derechos humanos en Uruguay, el Cono Sur y América Latina, consideramos que los antecedentes del señor Sanguinetti en esta materia son incompatibles con una universidad cuyos programas académicos están comprometidos con el derecho internacional de los derechos humanos y la paz”, señalaron en una carta abierta.
Destacaron que el ex mandatario “no sólo fue una figura política decisiva en las negociaciones que llevaron a la salida de la dictadura cívico-militar en 1984” sino que fue especialmente “el artífice de la política de impunidad para los delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura (1973-1985)”, y garante de su implementación “durante los primeros 20 años de democracia, a través de sus dos períodos como presidente de Uruguay”.
Recordaron que como presidente de Uruguay, Sanguinetti ignoró todos los acuerdos alcanzados en la Concertación Nacional Programática durante la transición, y se aseguró mayorías necesarias para aprobar en el Parlamento la Ley de caducidad de la pretensión punitiva del Estado, que consagró la impunidad de los delitos cometidos durante la dictadura.
Los firmantes enumeran todos los obstáculos puestos por Sanguinetti, lo que “tuvo su punto culminante” en el caso del poeta argentino Juan Gelman quien buscó a su nieta y nuera desaparecidas desde 1976.
La joven –cuyo esposo Marcelo Gelman fue asesinado y desaparecido en Buenos Aires– fue trasladada a Uruguay embarazada en uno de los vuelos donde se llevaron ciudadanos de ese país en el marco de la temible Operación Cóndor, coordinadora criminal de las dictaduras del Cono Sur.
Después que la joven dio a luz en un centro clandestino de Uruguay, fue asesinada y hasta hoy permanece desaparecida. Su hija, robada por los militares, fue encontrada 24 años después gracias a una búsqueda sin descanso. Entre 1998 y 1999, el poeta argentino intentó entrevistarse con Sanguinetti para pedirle la colaboración en esta búsqueda, pero éste “jamás accedió a esa solicitud, negó conocer cualquier información sobre el hecho y hasta descalificó a Gelman en una respuesta pública, donde afirmaba que los hechos mencionados por el poeta eran falsos y que en Uruguay no se habían producido desapariciones forzadas”.
Sanguinetti “jamás hizo nada, hasta que al año siguiente, y a pocas semanas de haber dejado la presidencia, la nieta de Gelman fue localizada después de 24 años, y se inició el proceso de restitución de su verdadera identidad”
En este caso se denuncia que el apropiador de la joven “era un amigo personal y hombre de confianza de Sanguinetti”.
Por todas estas y otras razones “las organizaciones que, como Serpaj, durante décadas hemos trabajado por hacer cumplir y respetar el derecho internacional de los derechos humanos en nuestros países consideramos que Sanguinetti” no reúne los requisitos éticos para presidir el consejo de una institución como la Universidad de La Paz “y por lo tanto se espera que esta casa de estudios revise esta designación”.
La carta está firmada por Adolfo Pérez Esquivel, presidente honorario de Serpaj América Latina; Ana Juanche Molina, coordinadora latinoamericana de Serpaj-AL y Guillermo Payssé, coordinador nacional de Serpaj Uruguay.