Es inútil sólo elevar condenas, admite el procurador
Desarrollo económico, esencial para abatir criminalidad: Medina Mora
“La prevención del delito debe darse desde el ámbito social, no sólo el penal”, aseveró el titular de la Procuraduría General de la República (PGR), Eduardo Medina Mora, y admitió que la teoría del incremento de las condenas como táctica para disuadir a la delincuencia será inútil si el Estado no se empeña antes en mejorar la economía, aumentar las oportunidades “de empleo digno y bien retribuido”, brindar educación de calidad, dar solidez a los valores familiares y mejorar los entornos urbano y rural.
Al inaugurar el congreso internacional Derecho Penal y Economía, organizado por el Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe), el funcionario insistió en que la delincuencia, “necesariamente disminuye mucho más” con el progreso general “que en un Estado que sólo voltea al aumento del castigo, de las penas”.
Coincidió en su discurso con voces como la del rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, Juan Ramón de la Fuente, quien el pasado domingo aseguró ante abogados que si el Estado mexicano no asume su responsabilidad será imposible pensar que en los próximos años se conseguirá un desarrollo menos desigual, más equitativo y seguro.
Frente a funcionarios de la PGR, académicos y el premio Nobel de Economía 2006, el estadunidense Edmund Phelps, Medina Mora refirió que no será llenando las cárceles como se debilitarán las estructuras de la delincuencia.
Cuestionó: “¿Cómo podemos impactar las estructuras financieras e inmobiliarias de la delincuencia organizada? ¿Cómo podemos enfrentar de mejor manera la piratería, el contrabando? ¿Es el derecho penal el que debe sancionar estas conductas? ¿O se trata de un reflejo de la ineficacia de los otros derechos, que han obligado a la intervención del derecho penal?
“Desde el punto de vista del análisis económico del derecho, es la rama penal la que debe intervenir, pero es más costoso a la sociedad que sea ésta y no otra la que proteja, la que tutele con eficacia determinadas áreas de la economía, como son las conductas relacionadas con las instituciones de crédito, con el mercado de valores, con la hacienda pública, con la aceptación de derechos patrimoniales de las personas, de las empresas.
“Como decíamos, lo que no se resuelve bien en los ámbitos civil, mercantil, laboral y social, a veces pretende resolverse en el penal, y se resuelve casi siempre mal”, puntualizó.
Agregó: “no debe ser el derecho penal la ultima razón de intervenir sólo subsidiariamente ante la ineficacia de los otros derechos cuando estamos frente a la protección de bienes económicos”.
En el punto central de su discurso, refirió que las sanciones penales eficientes son las que logran su cometido, por lo cual “consiguen evitar que se cometan violaciones a la ley, haciendo que el castigo sea más costoso para los responsables en comparación con el beneficio que buscan obtener.
“Esto no significa aumentar indiscriminadamente las penas, sino medir en términos económicos los costos de oportunidad que implica actuar de una manera o de otra.
“La pena es un modo de prevención, general y especial; sin embargo, no es el único, ni siquiera el más importante: la prevención debe darse en el ámbito social.
“Si la economía de un país funciona bien, si las oportunidades de empleo digno y bien retribuido son muchas, si la educación es buena, si los valores familiares son sólidos y se viven comunitariamente, si el entorno urbano y rural es adecuado, el delito natural, necesariamente, disminuye mucho más que en un Estado que sólo voltea al aumento de las penas”, expresó el procurador.