El objetivo, elevar valor agregado del maíz azul
Diez mil campesinos crean empresa social
Con el propósito de dar mayor valor agregado al maíz azul, productores de Puebla constituyeron una empresa, en la que invertirán 30 millones de pesos, para producir harina que estará destinada principalmente a la elaboración de tortillas, aunque también se ofertará para hacer atoles y tamales, manifestó Carlos Espinosa, integrante de la Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz de México, de la Confederación Nacional Campesina.
En el proyecto participan 10 mil productores, quienes destinarán entre 5 y 7 mil hectáreas para la siembra de maíz azul –del cual la Universidad Autónoma de Chapingo generó cinco híbridos– y son socios de la empresa social. La producción promedio será de tres toneladas por hectárea, y firmaron un convenio con una compañía de Estados Unidos –no se especificó la razón social de ésta– que comprará toda la producción. A la fecha ya se han invertido 5 millones de pesos y el resto se cubrirá, esperan, con financiamiento o crédito del Fideicomiso Instituido en Relación con la Agricultura o de Financiera Rural.
En el contexto del congreso nacional de la CNC, los productores sostuvieron una reunión para conocer los avances del Proyecto Maestro de Maíces Mexicanos, mediante el cual pretenden crear un banco de germoplasma de maíces nativos –en el país se han registrado 60 razas– y una red de custodios del grano.
Durante un receso, los agricultores de Puebla presentaron el proyecto y se sumaron a la postura sobre el comienzo de las siembras experimentales de maíz genéticamente modificado en la región norte del país. “Es mejor que esté controlada. Si después de la experimentación no estamos convencidos, pues que se cancele ese programa”, sostuvieron.
Sin embargo, José Luis Nájera, agricultor del estado de México, advirtió que esas siembras experimentales deberán realizarse en zonas que no pongan en riesgo las variedades del grano. “No estamos en contra, pero tendrá que cultivarse en regiones que no pongan en riesgo nuestras variedades criollas”, apuntó.
Para Armando Villarreal Martha, de Chihuahua, los campesinos “sí podemos lograr que se inicien las siembras experimentales, pero que no le tiemble la mano a nadie porque esa producción no competirá con la del centro y sur-sureste del país. Se inicia la siembra legal, o muy pronto estará la ilegal”.
Empero, para el ex dirigente de la CNC Heladio Ramírez López el cultivo de maíz transgénico es de alto riesgo. De hacerse, añadió, será un logro para las empresas trasnacionales que están impulsando la modificación legal para generalizar el cultivo de maíz transgénico, con la esperanza de aumentar la producción de etanol y otros biocombustibles.
La producción de agrocombustibles generará en el corto plazo la importación de maíz a precios elevados, debido a la dinámica perversa de que el costo del grano para consumo humano esté sujeto a las variaciones del etanol y éste a las reservas de petróleo.
En un mensaje escrito, enviado al dirigente de la CNC con motivo del 69 congreso de la organización, Ramírez López indica que en los últimos meses se ha vuelto la vista al campo con la idea de que la mejoría de los precios del maíz y de otros productos agrícolas traerá la baja del precio del petróleo, sustituirá parte del precio de la gasolina y mejorará los ingresos de los campesinos.
Ramírez López pide a los integrantes de la CNC que se mantengan alertas y sigan de cerca los acontecimientos que afectan la economía de Estados Unidos, pues los 15 mil billones de dólares en que se estima la deuda financiera del país vecino, derivados de la bancarrota de su sistema hipotecario, representan una verdadera espada de Damocles sobre la economía mundial.