Expulsan a Herrerías del club por amenazar a un hombre con un palo de golf
Triunfan los nobles novillos De Haro: los tres diestros estuvieron perdidos
Favorecer a los toreros españoles en perjuicio de los mexicanos, propone el PRD
Ampliar la imagen Alejandro Luna desperdició a los novillos De Haro, claros de embestida Foto: Jesús Villaseca
La reaparición del frío, limitado y confuso novillero colombiano Luis Miguel Rodríguez, en la Monumental Plaza México, podría ser la más palpable confirmación de la sospecha que esta página expuso, lunes atrás, en el sentido de que la empresa Renovación Taurina 2006 estaría cobrando por actuar a los participantes de la temporada veraniega que ayer sumó su novena fecha. De otro modo no se entiende por qué volvió a hacer el paseíllo este joven sudamericano que no tiene idea de nada en términos expresivos.
Si a lo anterior añadimos lo bien vestido que salió, y lo caros que se veían los ternos de sus tres asistentes en el callejón –que debieron viajar desde Bogotá a razón de mil dólares por boleto–, la conclusión es que se trata de un muchacho de familia rica que se puede permitir estos lujos. En cambio, sus alternantes, el capitalino Rodrigo Muñoz y el hidalguense Alejandro Luna parecían imposibilitados de cubrir la eventual cuota que les pudieran haber exigido.
El primero, porque a principios de este año sufrió un terrible accidente automovilístico –del que quedó paralítico su compañero de viaje y de oficio, el también novillero Atanasio Fernández–, y no se había puesto delante de unos pitones en siete meses y carecía por completo de sitio. Y Luna, aunque venía supuestamente con 32 novilladas en su bitácora, tampoco dio pie con bola, pese a que los astados de la ganadería tlaxcalteca de De Haro, unos menos bravos que otros a la hora de pelear con los caballos, resultaron claros de embestida, pegajosos algunos, sobre todo el segundo de la lidia ordinaria, y exigentes, en particular el cuarto, llamado Buena Onda, cárdeno oscuro de 410, que salió con fuerza, recibió cinco puyazos y aterrorizó a los subalternos y al indefenso Muñoz.
Al colombiano Rodríguez –que se cambió ese apellido por el del berrendito de San Juan para transformarse en Luis Miguel Procuna–, su primer enemigo, Petulante (como su nombre artístico), cárdeno bragado como todos sus hermanos, se cansó de repetirle por la derecha hasta que se aburrió y para comunicárselo estiró el pescuezo y lo empitonó entre las ingles por suerte sin consecuencias.
El muchacho se levantó, como decían los antiguos, “hecho un jabato”, pero al porfiar en un nuevo intento de derechazo y ser lanzado a las alturas y apaleado en el suelo otra vez, regresó a la brega “hecho sólo medio jabato”, de acuerdo con la cáustica expresión de un aficionado que no dejó de consumir donas y cerveza en señal de supino aburrimiento.
Los conocedores que se dieron cita en el embudo de Mixcoac reconocieron la afición de los ganaderos Manuel, Vicente y Pablo de Haro que se vieron recompensados con los magníficos resultados que dieron los seis ejemplares de ayer, el primero de los cuales, sin embargo, se fracturó una pata al minuto de haber saltado a la arena y, no obstante, embistió en los chiqueros con fiereza.
Pero mientras se hablaba de esto en el callejón, en uno de los túneles de sombra, sentado en su silla de ruedas, apareció Atanasio Fernández, a quien su colega Rodrigo Muñoz, camarada de infortunio, le brindó la muerte del primer reserva de la tarde, Candilejo, del hierro de San Isidro, que salió en remplazo del fallido Mi Viejo, de De Haro.
Entre los monosabios que se encargan del buen funcionamiento del ruedo hay expectación porque el próximo fin de semana estarán en Tlahuelilpan, Hidalgo, para participar en las ferias de esa localidad, que rendirán homenaje a Jorge Gutiérrez. Por su parte, el Club de Golf Chapultepec decidió expulsar definitivamente al empresario Rafael Herrerías, debido a que éste amenazó, blandiendo un bastón metálico, a un aficionado al deporte de los 18 hoyos. Como era la tercera vez que Herrerías cometía la misma falta, la directiva le quitó la membresía para siempre.
Esta semana, los diputados del PRD a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal continuarán sus gestiones para impulsar una iniciativa de ley que modifique el reglamento taurino, a fin de permitir la actuación de dos diestros extranjeros y uno mexicano, invirtiendo la relación actual de dos nacionales por un extranjero que se aprobó en los años 40 con el fin de evitar que la México se convirtiera en una mera sucursal de los cosos ibéricos. Pero hoy, como son tiempos de restauración colonial, a los perredistas se les hace tarde para consumar este histórico retroceso que tanto le interesa, sobre todo, a Herrerías…