Demanda más fondos el Instituto de Neurobiología
Querétaro, Qro., 26 de agosto. Cuarenta y siete por ciento de los niños atendidos en el Instituto de Investigación en Neurodesarrollo (UIN) Dr. Augusto Fernández Guardiola, dependiente del Instituto de Neurobiología (Inb) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), campus Juriquilla, logran la habilitación motora tras sufrir una lesión cerebral antes, durante o inmediatamente después del nacimiento.
En el Inb existen 50 líneas de investigación, explicó el director de la institución, Carlos Aramburo de la Hoz, entre las que destacan el diagnóstico temprano y el desarrollo de terapias de neurohabilitación en recién nacidos.
Este centro atiende actualmente a 250 niños con complicaciones a consecuencia de una lesión cerebral, enviados de nosocomios de diversos puntos del país.
Aramburo explicó que durante la gestación y el parto existen factores de riesgo, como el enredo del cordón umbilical, la asfixia en el momento de nacer y el sufrimiento fetal, entre otros.
Esos factores pueden provocar que los niños padezcan una lesión cerebral y esto, a la vez, causar problemas motores, parálisis cerebral infantil, hipocausia (pérdida o disminución de la audición en uno o ambos oídos) y trastornos cognitivos, como déficit de atención y problemas de aprendizaje.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, alrededor de 20 por ciento de todas las discapacidades en México tienen origen en la etapa prenatal o perinatal, y en aproximadamente 10 por ciento de los neonatos existe algún factor de riesgo, lo cual no significa que sufran alguna lesión cerebral.
El Inb tiene un presupuesto anual de 95 millones de pesos –provenientes de la UNAM y donativos de la sociedad en general–, que es insuficiente, pues 80 por ciento es destinado a gasto administrativo, y el resto, entre 13 y 15 millones de pesos a investigaciones. El tratamiento de 18 meses por cada bebé oscila en 20 mil pesos.
Actualmente el instituto realiza actividades para recaudar recursos económicos como parte la campaña para “adoptar el tratamiento de bebés con daño cerebral”.