Riveros hizo dos tantos; Miguel Sabah se sacudió la maldición y por fin anotó
Markarián cumple su promesa de ganar en casa
La Máquina necesitó sólo 45 minutos para anotar tres goles y derrotar 3-0 al Necaxa, ayer por la tarde en el estadio Azul, y con ello logró su segunda victoria del torneo Apertura 2007, lo que le bastó para alcanzar al cuadro hidrocálido en el subliderato del grupo tres con seis puntos.
Necaxa estuvo a punto de inaugurar el marcador recién empezado el encuentro, pero el remate con la cabeza de Luis Omar Hernández se estrelló en el travesaño de la meta local.
La escuadra cementera no jugó uno de sus mejores encuentros, pero temprano, al minuto nueve, consiguió su primera anotación por conducto del paraguayo Christian Riveros. Richard Núñez ejecutó un tiro libre desde el lado derecho. Lo hizo pasado y Joel Huiqui recentró con la cabeza para poner el balón al sudamericano, quien remató con violencia para vencer al arquero Edmundo Vázquez.
Con esa ventaja Cruz Azul controló mejor el partido, a pesar de dos aproximaciones del colombiano Hugo Rodallega. Sergio Markarián, técnico de La Máquina, cumplió lo prometido en su táctica ofensiva y se preocupó por su línea de defensores, colocando hasta a cinco zagueros. Su línea media estuvo bien apuntalada, mientras sus tres delanteros Núñez, Sabah y César Delgado se las ingeniaban para crear peligro.
Además, el estratega uruguayo había dicho en la semana que ganaría sus dos próximos juegos en casa... y lleva uno.
El 2-0 llegó al minuto 39. Emilio Viades cometió falta sobre el Chelito Delgado por el lado derecho. Núñez cobró por arriba y el paraguayo Riveros conectó con la cabeza para batir por segunda ocasión la meta necaxista.
Al 42 el Conejo Pérez despejó largo hacia Chelito, quien por el lado izquierdo centró al corazón del área para que Sabah rematara con la cabeza. El delantero quebró así el maleficio de no marcar gol en 477 minutos.
La porra cementera de la cabecera norte del estadio lo premió con gritos de “¡olé, olé, olé… Sabah, Sabah…” que seguramente resonaron como música celestial en sus oídos.
El segundo tiempo se jugó bajo una molesta llovizna, pero con esa ventaja Cruz Azul no forzó demasiado su accionar y sobrellevó el partido.
Necaxa finalizó con 10 hombres debido a que el árbitro Armando Archundia mostró la tarjeta roja al minuto 84 al colombiano Martín García.
Markarián se mostró contento por el desempeño de su escuadra, pero admitió que se cometieron errores defensivos que resolvió el arquero Oscar Pérez.
Por su parte, el holandés Hans Westerhoff expresó que pese a la derrota su equipo había mostrado mejoría en relación con su victoria de la semana pasada sobre Puebla.