Asia, EU, Centro y Sudamérica, entre las zonas dañadas
Cientos de muertos y miles de damnificados por las lluvias
Pyongyang, 25 de agosto. Las lluvias de este fin de semana causaron estragos en ambos lados del Pacífico. Mientras, en Corea del Norte –según la agencia oficial de noticias KCNA– los aguaceros dejaron 600 muertos y desaparecidos.
Las inundaciones han provocado serios daños en Estados Unidos, Centroamérica y Colombia.
En el norte de Asia causaron miles de heridos, destruyeron total o parcialmente 240 mil casas y dejaron sin vivienda a unas 100 mil personas. Hay ocho escuelas, hospitales y guarderías que quedaron inservibles, y un millar de empresas, entre ellas fábricas, quedaron seriamente afectadas.
En Guatemala, el desbordamiento de varios ríos obligó a las autoridades a desalojar a 250 personas de sus aldeas y afectó varias provincias. En la ciudad de Escuintla, al sur de la capital del país, 8 mil familias se quedaron sin agua, porque el río Las Alhajas dañó la tubería. Lo mismo sucedió en el municipio de Siquinalá, después de que el Platanares se salió de su cauce. En la localidad de Iztapa la crecida del María Linda inundó cinco barrios y obligó a los pescadores a quedarse en el puerto.
En El Salvador, el Programa Mundial de Alimentos de la Organización de las Naciones Unidas anunció el envío de nueve toneladas de maíz, frijol, aceite vegetal y arroz, después de que 2 mil 500 personas afectadas por los coletazos del huracán Dean se quedaron sin comida.
Más al sur, en Colombia, las autoridades calculan que las tormentas dejaron 200 mil damnificados. La mitad de ellos están en el departamento de Córdoba, donde se desbordaron los ríos Sinú y San Jorge, que mantiene el centro de la ciudad de Montería, la capital provincial, bajo las aguas. Se teme que la situación empeore en otoño, ya que la temporada de lluvias no llegará a su cúspide sino hasta octubre y noviembre.
En Estados Unidos, en tanto, los estados de Ohio, Illinois e Indiana, al sur de los Grandes Lagos, se preparaban para enfrentar más lluvias, después de que las tormentas de los últimos días provocaron 14 muertos y dejaron sin luz a miles de familias. Aunque se cree que lo peor ya pasó, se esperan más cielos nublados. El río Fox, al norte de Chicago, está bordeado por cientos de costales de arena para evitar que se desborde.