La medida coloca al país a la par de Alemania, Francia, Dinamarca y Gran Bretaña
España autoriza vacuna contra el virus del papiloma humano
El gobierno busca prevenir el cáncer cervicouterino; se incluirá en el Sistema Nacional de Salud
Madrid, 24 de agosto. El Ejecutivo español, del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, autorizó hoy la comercialización e inclusión en el Sistema Nacional de Salud de la vacuna que previene el cáncer en el cuello del útero, uno de los más frecuentes y que cada año provoca alrededor de 280 mil muertes en el mundo. Dentro del entorno europeo, España se suma así a países que ya han puesto en marcha medidas sanitarias contra esta enfermedad, como Reino Unido, Alemania, Dinamarca, Francia y Bélgica.
El virus del papiloma humano, también conocido como VPH, se transmite por la vía sexual –ya sea vaginal, anal u oral– y, según los expertos, es el causante de más de 70 por ciento del total de los casos de cáncer del cuello del útero. Esta enfermedad, que suele desarrollarse a los 20 o 30 años de su contagio, y sólo en caso de que no haya sido detectada y atendida convenientemente, tiene desde hace un año un método de prevención infalible y que ha superado todas las pruebas de control de la Agencia Europea del Medicamento: la vacuna Gardasil, comercializada por Sanofi Pasteur MSD. Esta vacuna es capaz de prevenir hasta en un 100 por ciento el cáncer de cuello del útero, las lesiones precancerosas del útero, la vagina y la vulva, así como las verrugas genitales.
En España hay una de las tasas más bajas de Europa en este tipo de infecciones, sin embargo, sólo en el año 2005 murieron 594 mujeres por esta enfermedad. Así, el Consejo de Ministros decidió aprobar hoy la comercialización a partir de septiembre del fármaco, después de superar los controles de calidad y de verificar la supuesta inocuidad de su suministro.
Pruebas superadas
Según anunció la vicepresidenta primera del gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, la vacuna podrá ser adquirida en cualquier farmacia a partir de septiembre, pero el objetivo del gobierno es que ésta sea suministrada por el Sistema Nacional de Salud, para lo que tendrán que coordinarse con las 17 comunidades autónomas, que son finalmente las que tienen la competencia en el servicio de salud.
Para acelerar el proceso legal y parlamentario, el ministro de Sanidad, el prestigioso científico Bernat Soria, informará a mediados de septiembre a una comisión interministerial las razones por las que se considera vital la inclusión de este medicamento en el sistema público. El objetivo final es que la vacuna Gardasil se suministre de forma habitual en el calendario de vacunación, en todo el territorio español y de forma gratuita. El sector de la población al que va dirigido es a niñas y jóvenes de entre nueve y 12 años que no hayan tenido relaciones sexuales –ya que de lo contrario el medicamento es infructuoso.
El gobierno español justificó la medida diciendo que pretende mejorar el sistema sanitario español, adoptando acciones de vanguardia y de probada eficacia para la lucha contra el cáncer del cuello del útero, así como en las cifras que confirman el alto riesgo de mortalidad una vez contraida la enfermedad. Según los datos facilitados por el gobierno español, el cáncer de cerviz o cuello uterino es el segundo tumor más frecuente entre las mujeres, con lo que la medida ayudará a reducir los “2 mil 100 casos nuevos de cáncer de útero que aparecen cada año”. Le edad media en que suele manifestarse esta enfermedad es de 63 años.
El presidente de la Asociación Española de Pediatría, Alfonso Delgado, consideró que la medida adoptada es una “noticia excelente”, al tiempo que exaltó las virtudes del medicamento, ya que, según este experto, “protege a las mujeres contra cuatro cepas distintas del virus, entre ellas la 16 y la 18, responsables de cerca de 70 por ciento de los casos de cáncer de cerviz”.
Asimismo, explicó que “el virus del papiloma humano representa una de las infecciones de transmisión sexual más común, conociéndose más de cien tipos. Las infecciones por este virus suelen ceder espontáneamente en un plazo máximo de dos años, pero pueden persistir y producir lesiones precancerosas de cuello uterino que, si no se tratan, pueden evolucionar en 20 o 30 años a un cáncer”.