Exigen que se reduzca esa contribución, afirma
Incorrectos, cálculos de Hacienda para establecer tasa única: CCE
El presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Armando Paredes Arroyo, aseguró que la iniciativa privada no quitará el dedo del renglón hasta lograr una disminución en el gravamen de la contribución empresarial de tasa única (CETU), incluida en la iniciativa de reforma fiscal del Ejecutivo.
En entrevista con La Jornada, el representante de la cúpula del sector privado subrayó que los efectos de un impuesto mal calculado se podrán observar una vez que se empiece a aplicar, pues hasta ahora, dijo, lo que se tiene es un “juego de números”, en el que participan las autoridades hacendarias, el Legislativo y los propios empresarios. “(Las autoridades de la Secretaría de Hacienda) lo están viendo, lo están analizando, ellos traen sus planteamientos y no tienen toda la solidez, se pueden equivocar, pero hasta que no esté operando vamos a ver qué tan efectiva es la CETU”, mencionó Paredes Arroyo.
La IP ha manifestado que la tasa del 19 por ciento propuesta por el Ejecutivo es demasiado alta y tendrá impactos importantes en la inversión y en el empleo, por lo que, de acuerdo con estudios realizados, el impuesto adecuado debe ser del 12 por ciento, pues con ello no habría ninguna distorsión que les afecte.
Al respecto, el presidente del CCE explicó que un análisis elaborado por el ITAM confirma que el nivel de evasión en el país es del 26 por ciento del PIB, cifra cercana a la que obtuvo el centro de estudios de la Cámara de Diputados, refirió, por lo que son incorrectos los cálculos que realizó Hacienda para plantear la reforma.
“Está bien, si necesita recaudar más, que no lo haga con los mismos de siempre, la dependencia ha explorado otras áreas de las cuales podría obtener ingresos, como es el caso de los profesionistas, ahí hay niveles importantes de evasión y elusión”, apuntó.
Paredes Arroyo aclaró que de aprobarse la reforma fiscal como está planteada, los legisladores tendrían mayores dificultades después para normalizar el sistema tributario, pues “es más fácil subir una tasa, si la que se calculó no alcanza los objetivos, que después bajarla”.
Por su parte, Sergio Ruiz Olloqui, presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), aseveró que el 8 de septiembre no es la fecha fatal para que el Congreso apruebe la reforma fiscal, aun cuando las distintas fracciones parlamentarias “ya han tenido suficiente tiempo para analizar la propuesta del Ejecutivo y escuchar planteamientos de los distintos sectores del país”, aseveró.
Si bien se congratuló por las modificaciones que los legisladores del PRI han hecho a la iniciativa presidencial en lo relativo a la CETU, a partir de escuchar los planteamientos de diversos sectores y organizaciones de la sociedad, aclaró que este nuevo impuesto no representa el punto más importante a ser modificado.
Ni siquiera, dijo, la deducción de los salarios y las prestaciones sociales es la máxima prioridad entre las modificaciones que deben hacerse de la CETU pues debe tomarse en cuenta la deducción de inversiones, pérdidas fiscales o inventarios. Además, insistió el presidente del IMEF, hay poca claridad en la iniciativa sobre la deducibilidad en gastos administrativos o de venta, así como el reconocimiento de regalías o terrenos y en soluciones sobre los regímenes de pensiones.