“Ya hemos resistido otros huracanes; aquí estamos seguros”, dicen en Carrillo Puerto
En poblaciones mayas sólo mil de 35 mil personas aceptaron ser desalojadas
“No se usará la fuerza pública; que Dios nos resguarde”, señala el alcalde Eliseo Baena
Ampliar la imagen Algunos habitantes de la comunidad maya de Hu May, en Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo, se negaron a abandonar sus casas construidas de palmeras y adobe, a pesar de las advertencias de peligro que representa el huracán Dean Víctor Camacho
Felipe Carrillo Puerto, QR, 20 de agosto. Los pobladores de la zona maya amarran los techos de sus chozas para que resistan los fuertes vientos. En la zona urbana, los habitantes atan las tapaderas de sus tinacos y colocan cinta adhesiva o canela en las ventanas. Todos están a la espera de la llegada del huracán Dean.
En el municipio de Felipe Carrillo Puerto habitan cerca de 70 mil personas; la mitad debió ser desalojada, pero apenas unos mil aceptaron salir de sus chozas y viviendas precarias.
El presidente municipal Eliseo Baena Adame sostuvo en entrevista horas antes del impacto de Dean que la fuerza pública no sería utilizada para desalojar a las comunidades.
“Aunque el gobernador Félix González Canto nos pidió utilizar la fuerza pública para desalojar a la población que se resistiera, no lo voy a hacer, pues no me quiero enfrentar con la población. Ellos tienen otra idiosincrasia y dicen que como aún –a las 16:30 horas– había sol, significaba que no corren peligro.
“De ninguna manera usaré al Ejército o a la policía para reubicar a la población, va contra mis principios, contra las creencias de la población maya, ellos han decidido no utilizar lo camiones ni las camionetas que he enviado para su traslado”, reiteró.
En la localidad de Umai, ubicada a unos veinte kilómetros de la cabecera municipal, jóvenes y adultos relataron que a sus casas acudieron soldados para informarles que tenían que trasladarse a los refugios, pero sólo dos de 120 familias aceptaron irse. “Nosotros aquí nos vamos a quedar, ya hemos resistido otros huracanes, Gilberto, Wilma y Stan”, señalaron.
“Nuestros abuelos decían que era mejor permanecer en nuestras casas, los árboles nos protegerán; aunque los vientos vengan con mucha fuerza, esperamos que en el bosque y en la reserva de Sian Ka’an frenen su velocidad, ya hemos pasado otros huracanes y no nos ha ocurrido nada”, insistieron.
A su vez, Filemón Ye Ku, subdelegado del pueblo, dijo: “Los antiguos nos de-cían que aquí estamos más seguros que en otro lugar. Aquí nuestros antepasados vivieron y nada les pasaba y nosotros ya hemos pasado varios huracanes y aquí estamos. Creemos que no nos va a ocurrir nada, nos vamos a refugiar en los albergues que tenemos aquí, y son los salones de clases, uno del jardín de niños, tres de la primaria y dos de la telesecundaria, ahí nos vamos a proteger”.
Se ha hecho todo lo posible: Eliseo Baena
El presidente municipal Eliseo Baena manifestó que se ha hecho todo lo posible para que la gente evacue las comunidades. “Que Dios nos resguarde, que el Señor nos proteja.
Los pobladores mayas tienen sus creencias, ya hemos estado con ellos desde el viernes pasado, se les ha advertido de la peligrosidad del huracán, no los hemos podido convencer, no quieren dejar sus pertenencias ni porque les decimos que van a estar protegidas por la policía”.
El munícipe reflejaba cansancio y preocupación por la situación que se avecina. “No quiero ni pensar lo que puede suceder si Dean llega con la intensidad que se prevé. La zona más afectada será la región maya. Ya hemos habilitado 722 refugios en la zona rural y 17 en la zona urbana, y se cuenta con nueve albergues que cubrirían en total la atención para 25 mil personas de una población en riesgo de 35 mil, casi el cincuenta por ciento del total de la población del municipio”.
Por la tarde, el gobernador González Canto exhortó en la sesión del Consejo Estatal del Protección Civil a los habitantes de la zona maya para que abandonaran sus viviendas. Incluso en lengua maya –porque había traducción simultánea– pidió que se trasladaran a los refugios. “Eso se debe a que no esperan el fuerte impacto que se prevé, no creen lo que se les dice, pero están en el ojo del huracán”, advirtió.
Ante los integrantes de Protección Civil municipal, el alcalde fijó de plazo hasta las 20 horas para que los pobladores mayas dejen sus comunidades. “Después de esa hora nada se podrá hacer, ya no circularán camiones ni se permitirá que la población ande en la calle.
“A partir de esa hora empezarán a llegar las lluvias y los fuertes vientos, y por la madrugada pasará Dean… que Dios nos proteja”, expresó.
En este municipio ya se encuentran 350 elementos de la Comisión Federal de Electricidad para reparar los daños posibles que provocará el huracán; 250 elementos de la policía estatal, 200 de la municipal, seis integrantes de la Policía Federal Preventiva, así co- mo funcionarios y 150 empleados del ayuntamiento.
El presidente municipal y los integrantes del Consejo local de Protección Civil pernoctarán en el edificio del ayuntamiento para atender las urgencias, y en las primeras horas de este martes comenzarán a supervisar los daños que ocurran en el municipio y a proporcionar la ayuda a quien resulte afectado.