El caso fue politizado, dicen al tribunal de apelaciones
Abogados de 5 cubanos presos en EU solicitan un nuevo juicio
Atlanta, 20 de agosto. Los abogados de cinco cubanos condenados por espionaje en Estados Unidos pidieron hoy aquí ante un tribunal federal de apelaciones la realización de un nuevo juicio con el argumento de que su caso fue inflado y politizado.
En la sesión, los representantes de los denominados “cinco de Cuba”, presos desde hace nueve años, aseguran que la fiscalía presentó el caso como un juicio contra el líder cubano, Fidel Castro, y no contra ellos.
La parte acusadora, sin embargo, rechazó que el juicio anterior haya sido una “desfile de horrores” como alegaron hoy los abogados defensores. Insistió en que el proceso se realizó con base en las leyes de espionaje, a fin de castigar sus actividades en Estados Unidos, incluida la “conspiración para cometer asesinato” e intento de “filtración en instalaciones militares de Estados Unidos en busca de secretos”.
Los “cinco de Cuba” son Gerardo Hernández, condenado a dos cadenas perpetuas; Ramón Labañino y Antonio Guerrero, sentenciados a cadena perpetua, y Fernando González y René González que cumplen condenas de 19 y 15 años, respectivamente.
Los cinco, sin embargo, aseguran que su trabajo en Estados Unidos consistía en reportar a La Habana las actividades públicas de los grupos del exilio en Florida, que a principios de los 60 protagonizaron un intento de invasión a Cuba desde la bahía de Cochinos y posteriormente mantuvieron activos a grupos armados que entrenaban en el sur de la península.
Para Cuba, que los denomina los “cinco héroes prisioneros del imperio”, su liberación se ha convertido en una cuestión al más alto nivel de Estado.
La querella presentada este lunes contra las sentencias dictadas en 2001, es la tercera que recibe la undécima Corte de Circuito de Apelaciones.
Un panel de tres jueces federales criticó en agosto de 2005 las condenas y señaló que los cinco cubanos no pudieron recibir un juicio justo a causa de los prejucios anticastristas que permean la vida cotidiana en Miami, donde los cubano-estadunidenses constituyen una comunidad grande y económicamente influyente.
En un expediente de 33 páginas, los abogados de los cubanos señalaron que el gobierno estadunidense apeló al “demonio de Castro para argumentar una conducta criminal”.
El académico estadunidense Wayne Smith, quien fue jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, afirmó que el caso de los cinco cubanos hace “daño” al sistema judicial de este país y afirmó que “es imperativo que la comunidad intelectual estadunidense exija justicia y señale el daño que hace esta decisión a nuestro sistema de justicia”.