Esperamos que haya corresponsabilidad en la lucha contra el narcotráfico: Sarukhán

Sin acuerdos concretos, México, Canadá y EU anuncian estrategia común de seguridad

Calderón externó su preocupación a Washington por el fracaso de la reforma migratoria

claudia herrera beltran (enviada)

Montebello, Canadá, 20 de agosto. Los presidentes de México y Estados Unidos reafirmaron que adoptarán una “estrategia común” en materia de seguridad y combate a las drogas; sin embargo, no anunciaron acuerdos concretos.

En torno a este pacto de cooperación, que se ha comparado con el llamado Plan Colombia, el embajador de México en Estados Unidos, Arturo Sarukhán, señaló que aún siguen las conversaciones, y por lo pronto insistió en que está descartada la participación de militares estadunidenses en el país.

Con hermetismo se manejó la información del encuentro que sostuvieron los presidentes de México, Felipe Calderón, y de Estados Unidos, George W. Bush, en el Hotel Fairmont Le Chateau, ubicado en un boscoso paraje que fue convertido en un búnker para resguardar la seguridad del estadunidense y contener las manifestaciones de grupos ospositores al Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN).

La segunda reunión bilateral que sostuvieron Calderón y Bush –la primera se llevó a cabo en Yucatán– estuvo opacada por el tema del huracán Dean y por el ocaso de la administración del mandatario estadunidense.

El único momento en que Bush, Calderón y el primer ministro canadiense, Stephen Harper, aparecieron ante la prensa fue cuando posaron para los fotógrafos y camarógrafos antes de asistir a una cena. Sonrientes, saludaron y se dio una especie de duelo de cortesías entre el mexicano y el estadunidense cuando el primero le cedía el paso al segundo a la casa Manoir Papineau.

Finalmente se resolvió cuando Bush tomó de los hombros a Calderón y caminó detrás de él.

Al término del encuentro bilateral, Sarukhán dio un breve mensaje y aceptó responder unas cuantas preguntas de la prensa mexicana.

Cuando se le pidieron detalles del proyecto de cooperación México-Estados Unidos en materia de narcotráfico y seguridad, señaló: “cuando hay conversaciones que están en proceso, no es un momento para hablar de ellas; tenemos que ser cuidadosos con los tiempos, se están cuidando las formas”.

Indicó que buscarán mejorar los mecanismos que ya existen de intercambio de información y de inteligencia con las autoridades estadunidenses, y México espera de su vecino que haya un principio de corresponsabilidad en la lucha contra el narcotráfico.

Dan Fisk, director general para el Continente Americano del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, elogió los “actos de valentía” que Calderón ha realizado para combatir la violencia en México.

Al igual que Sarukhán, fue parco en sus declaraciones y señaló que Estados Unidos trata de apoyar una estrategia mexicana de combate al narcotráfico, y que estas conversaciones darían “más un momentum” a las discusiones que han venido realizando los expertos.

En lo que definió como una reunión “franca y muy honesta”, señaló que Calderón también expresó su preocupación sobre el vacío que ha generado el fracaso de la reforma migratoria.

También afirmó que estará muy pendiente en las semanas y meses por venir del “tema crítico” que es la protección y defensa de las comunidades mexicanas en Estados Unidos, y que México continuará en una labor decidida en la defensa y protección de los connacionales.

Presume inversión extranjera histórica

Por la mañana, Calderón Hinojosa aseguró ante empresarios mexicanos y canadienses que la inversión registrada durante el primer semestre de 2007 ascendió a cerca de 13 mil 250 millones de dólares, lo que representa un “récord histórico”.

Entre los empresarios mexicanos estuvo acompañado de Valentín Diez Morodo, del Comce; Jaime Yesaki, presidente del Consejo Nacional Agropecuario, y Armando Paredes, líder del Consejo Coordinador Empresarial, que viajaron de México a Canadá en el avión presidencial. Otros asistentes fueron Guillermo Vogel, vicepresidente de TAMSA; Roberto Newel, presidente del IMCO, y César de Anda, director general de Avicar. La reunión fue con empresarios de Bombardier, Mastronardi y Damafro.

Calderón, Bush y Harper remataron su jornada con una cena en la residencia del primer ministro canadiense.