De no haber acuerdo podría postergarse la renovación de la mesa directiva
El Presidente debe llegar al salón de plenos: Larios
Aunque se dijo abierto a cualquier posibilidad para hacer posible el acto del primer Informe del presidente Felipe Calderón, el coordinador de la fracción del Partido Acción Nacional (PAN) en la Cámara de Diputados, Héctor Larios, aseguró que el blanquiazul no permitirá que el mandatario permanezca fuera del salón de plenos, como ocurrió hace un año con Vicente Fox. Felipe Calderón “debe estar en tribuna”, insistió.
A su vez, el coordinador de los diputados del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Javier González Garza, negó que se planee tomar la tribuna el primero de septiembre. Se requiere –dijo– pasar esa fecha de forma constitucional, lo cual significa permitir la entrada a Calderón, “no al recinto necesariamente, sino que llegue y entregue su Informe por escrito”.
Por separado, ambos legisladores coincidieron en que en caso de que no se llegue a ningún acuerdo en el formato del Informe presidencial, la renovación de la actual mesa directiva de la Cámara de Diputados –hoy en manos del PAN– se postergaría hasta el 5 de septiembre y no ocurriría los días 30 o 31 de agosto, como regularmente se hace.
De hecho, ya hay un acuerdo para que esa presidencia quede en manos del Partido de la Revolución Democrática. “Le puedo afirmar contundentemente que quien presida la Cámara el próximo año será alguien postulado por el PRD”, dijo el coordinador panista, quien también aclaró que la ley “dice que si la noche anterior al día 31 (de agosto) no se han puesto de acuerdo los partidos, no hay dos tercios (que apoyen la propuesta), la elección se posterga”.
González Garza pidió “tranquilidad y mesura” a todas las fuerzas políticas y “no seguir echando más gasolina al asunto”, pues aún faltan varios días e instancias para llegar a un acuerdo.
Héctor Larios insistió en que ante la imposibilidad de hacer modificaciones legales a este esquema es necesario respetar el artículo 12 del reglamento, el cual establece que el Presidente de la República “tomará asiento al lado izquierdo del presidente del Congreso”. Es decir, que el mandatario debe ingresar al salón de plenos y hacer uso de la palabra, cuando menos para entregar oficialmente por escrito su Informe, sin ningún otro mensaje. Subrayó que su partido está dispuesto a discutir cualquier propuesta, menos permitir que el Presidente permanezca fuera del salón de plenos.
Por otra parte, frente a la decisión del PRD de no aceptar el debate con Calderón, el secretario general adjunto del PAN, Carlos Abascal, declaró que su partido seguirá invitando a todas las fuerzas a “hacer política con respeto a las instituciones”.
El presidente del Senado, Manlio Fabio Beltrones, informó a su vez que la bancada del Partido Revolucionario Institucional (PRI) acudirá el primero de septiembre al Palacio Legislativo para garantizar la instalación del periodo ordinario y que se cumpla con la obligación constitucional y legal de que se informe a la nación. Aun cuando dijo respetar la decisión del PRD, de impedir que el presidente Felipe Calderón acuda a la tribuna del Congreso, se manifestó por que las diversas fracciones parlamentarias logren un acuerdo de “orden legal” que evite “situaciones tan bochornosas” como la del pasado primero de diciembre.
El priísta consideró que el presidente Calderón podría aprovechar la glosa del Informe, después del primero de septiembre, para acudir a debatir con los legisladores sobre los cinco temas que el Legislativo ha previsto.
En tanto, el vicecoordinador del PAN en el Senado, Felipe González, calificó de “peligroso” que por disposiciones partidistas el PRD ordene “violar la ley” con su decisión de impedir a Calderón que rinda su Informe, más cuando están en negociaciones con miras a la reforma del Estado.
Finalmente, el partido Convergencia anunció que dejará solo al PRD en su decisión de impedir a Calderón el uso de la tribuna. Destacó que esa decisión, tomada por su Comité Ejecutivo Nacional ysus coordinadores parlamentarios, obedece a que “la sociedad rechaza expresiones de violencia”.