¿La Fiesta en Paz?
Cartas sobre la carta
Con motivo de la carta del “abogado” de Enrique Ponce publicada el pasado 3 de agosto, donde se intenta desmentir mis afirmaciones con relación a la actitud precavida hacia José Tomás por parte del diestro valenciano y de la anterior empresa de la Plaza México, han abundado los correos.
Gilberto Durán Torres reflexiona: “El abogado escribe muy al comienzo de su desmentido el título de tu artículo del 18 de junio: ‘José Tomás, vetado aquí por Herrerías y Ponce, reapareció triunfante en España’. Y luego dice: ‘...el señor Ponce no ha boicoteado a ningún compañero jamás... y muchísimo menos al señor José Tomás.
“Y aquí viene su metidota de pata: ‘...ambos han toreado juntos en las plazas españolas en infinidad de ocasiones…’ Tal vez sea cierto que han toreado en España, pero el artículo de La Jornada “escrito por el señor Páez, el cual contiene informaciones rotundamente falsas”, dice: ‘José Tomás, vetado aquí’ no en las plazas españolas, donde Herrerías lejos de hacer empresa sólo sirve para cargar en hombros a Ponce.”
El crítico Alcalino, de La Jornada de Oriente, en su columna del 13 de agosto, señala: ‘Nuestro cliente –asevera el mendaz García Luque– no tiene negocios de promotor de plazas de toros (sic) ni en México ni en España’. “Claro que no, si por tal se entiende a alguien que expone su dinero al organizar corridas. Lo de Ponce ha sido recogerlo con pala año con año, y notorios fueron en su momento los casos de obstruccionismo contra Manuel Caballero o Hermoso de Mendoza que, como legítimos triunfadores, lo hubieran desplazado del cartel del 5 de febrero, en el que figuró siempre entre 1996 y 2006, sin que su cosecha de apéndices justificase tal privilegio”...
Arnaldo Galicia Peña arguye: “Páez, conmueve tu capacidad para defender causas perdidas. Un día exiges que la empresa devuelva la parte proporcional a los tenedores de derecho de apartado cada vez que incumplen con el elenco anunciado, y nadie, ni los que cada año gastamos en canjear las tarjetas, protestamos. Si la plusvalía de nuestra inversión se torna incierta ante rumores de demoler el coso, ya es otro cantar.
“Luego responsabilizas a Herrerías y a Ponce de que José Tomás no haya querido aceptar las condiciones de contratación (sicazo ensordecedor) de la empresa de la Plaza México, siendo que ningún sector de la afición exigió que viniera. Y por último te provoca ‘asco’ que la Asamblea Legislativa del DF presente una iniciativa que permita anunciar en un cartel a dos españoles y un mexicano.
“Ni toreros, ganaderos, periodistas, partidos o aficionados se inconformaron con esta iniciativa, por lo que la próxima temporada, será imperativo importar coletas que interesen y ofrezcan un mínimo de garantía para que el público regrese a la plaza.” El que nace para colonizado no pasa de importador.