Perdió su importancia como generador de riqueza, afirma
GDF: la política económica federal ha frenado el desarrollo de la ciudad
De acuerdo con el Programa General de Desarrollo 2007-2012 de la administración capitalina, la política económica que se ha seguido a nivel nacional en los años recientes ha frenado las condiciones de crecimiento en el DF y es uno de los factores que hacen más grande el abismo de las desigualdades sociales en la capital del país.
Según el diagnóstico que en materia de economía competitiva e incluyente realizó el citado programa de desarrollo, el DF ha sido receptor y protagonista de acelerados procesos económicos, sociales, políticos y culturales, los cuales han transformado su composición económica y sus condiciones de crecimiento.
A pesar de ello, como consecuencia de la política económica seguida a nivel nacional, “el DF no ha completado un perfil productivo, en el marco del sistema de ciudades globales; en los años recientes se observa la pérdida de importancia de la ciudad en su contribución a la creación de riqueza nacional y es escasa la generación de empleos calificados con seguridad social, aún para la población mas escolarizada del país”.
Agrega que desde hace dos décadas en el DF se ha asistido, sin políticas adecuadas, a un proceso de desindustrialización y no se han consolidado nuevos motores de desarrollo económico sostenido, esto a pesar de que “se tienen ventajas por la especialización que se ha alcanzado en servicios financieros, turísticos y la producción de alta tecnología, y de que se tienen ventajas competitivas con el resto del país en términos de servicios de educación, salud, investigación e infraestructura cultural”.
En la actualidad, señala, “más de las dos terceras partes de las micro empresas (de uno a diez empleados) tienen un periodo de vida que no sobrepasa los tres años. En años recientes ha tenido lugar una importante multiplicación de micro establecimientos comerciales, de servicios personales y manufactureros (actualmente representan 92.6 por ciento de los 342 mil 475 establecimientos existentes en la ciudad), que generan 25.6 por ciento de los empleos. Estos manifiestan grandes limitaciones técnicas, tecnológicas, de capacitación, de acceso a financiamiento de bajo costo, y procesos de comercialización. Del 98 por ciento de sus actividades, 52.9 por ciento se concentran en el comercio, 37.8 por ciento en servicios y 8.1 por ciento en la manufactura, indica.
La falta de empleos de calidad ha incentivado el crecimiento del sector informal de la economía, constituyéndose en uno de los problemas de mayor preocupación para los gobiernos y la sociedad, “ello limita el acceso pleno a los derechos laborales y el efectivo cumplimiento de la legislación en la materia”.
Por otro lado, la terciarización de la economía, el reforzamiento de la informalidad como alternativa de ocupación para miles de personas y la feminización de la pobreza generan nuevos problemas, que debilitan la vocación de servicios y dificultan encontrar alternativas de ocupación e ingreso digno a la población que sobrevive de la economía informal, dice el diagnóstico.
Parte de la estrategia del gobierno capitalino para atender el problema es promover el crecimiento económico, para lo cual considera “realizar un ambicioso programa de inversión en infraestructura pública e impulsar un desarrollo económico que impacte en la productividad, el empleo, la atracción de inversión privada y la protección del medio ambiente, y coadyuvar a consolidar a la ciudad de México como un importante centro financiero y económico con atractivo turístico, apunta el documento.