Privado e íntimo, el sepelio de Bergman
Estocolmo, 18 de agosto. El director de cine y de teatro sueco Ingmar Bergman recibió hoy sepultura en el cementerio de la isla de Farö, situada en el Mar del Norte ante la costa de Suecia.
El creador de clásicos como Persona, El Silencio o Escenas de un matrimonio murió el pasado 30 de julio a la edad de 89 años en su casa de la misma isla.
El propio Bergman había pedido anteriormente ser enterrado en una ceremonia íntima en la isla. La iglesia de Farö, con espacio para 350 personas, se encontraba hoy llena, informaron medio suecos.
Entre los asistentes al funeral se encontraban, junto a los hijos y otros familiares del director, varias actrices que se hicieron famosas gracias a películas de Bergman, como Liv Ullmann, de 68 años, y Bibi Andersson, de 71. Con ambas, el director casado cinco veces y padre de nueve hijos también tuvo vínculos sentimentales.
Andersson se mostró sorprendida al llegar a la isla por la presencia de medios y dijo al diario Aftonbladet, “realmente creía que lo de aquí se iba a poder mantener en secreto”.
El escritor de novela negra Henning Mankell, yerno de Bergman, había explicado en nombre de la familia que no iba a ofrecer ningún tipo de información sobre el entierro. La policía cerró el cementerio ayer viernes y mantuvo a los periodistas alejados.
Arrastrando la fama
Bergman se asentó en la isla del norte de Gotland, con unos 600 habitantes, a comienzos de los años sesenta y la hizo famosa. El director que ganó varios Oscares y premios en Cannes murió en su casa de la isla y había dispuesto todo para su entierro eclesiástico a cargo de la pastora de la isla Agneta Söderdahl.
Por su expreso deseo, la ceremonia se desarrolló sin invitados oficiales. Testigos indicaron que Bergman fue enterrado en un sencillo ataúd.
En Suecia no es algo inusual que pasen varias semanas entre la muerte y el sepelio.