En vida fueron prisioneros de la dictadura argentina
Identifican peritos forenses a nueve de 15 cadáveres hallados en 1978
Buenos Aires, 18 de agosto. El Equipo Argentino de Antropología Forense conjuntamente con la Cámara Federal de Buenos Aires identificaron a nueve de 15 cadáveres que permanecían como no identificados desde 1978, cuando fueron descubiertos en zonas cercanas a la costa atlántica del país, y constató que estas personas fueron víctimas de los "vuelos de la muerte" durante la pasada dictadura militar.
Todos ellos pasaron por el centro clandestino de detención El Olimpo, donde se hizo el anuncio con la presencia de familiares de las víctimas.
Los cuerpos, que estaban sepultados en cementerios municipales de poblaciones costeras, fueron identificados como Nora Fátima Haiuk de Forlenza, Oscar Néstor Forlenza, Jesús Pedro Peña, Isidoro Oscar Peña, Cristina Magdalena Carreño Araya (chilena), Santiago Villanueva, María Cristina Pérez y Carlos Antonio Pacino y Helios Serra (uruguayo), todos ellos en su momento reportados desaparecidos.
Los cadáveres aparecieron en la zona de las playas durante la segunda quincena de diciembre de 1978. Esos cuerpos fueron exhumados desde 1984, pero fue en fecha reciente cuando pudieron comenzar a trabajar los antropólogos forenses.
Tras identificar el cadáver de Jesús Pedro Peña, los investigadores siguieron el rastro hacia el Olimpo. Sobrevivientes de este centro de detención y tortura han dado cuenta de una serie de "traslados" de prisioneros en diciembre de 1978; en esos momentos se estaba cerrando el centro que a su vez había recibido detenidos desde otras instalaciones similares.
Ahora El Olimpo, un inmenso galpón gris donde se guardaban automóviles policiales, ha sido entregado a la sociedad civil argentina para establecer un centro de recuperación de la memoria histórica.
Como sucedió cuando se identificaron los cuerpos de las fundadoras de la organización humanitaria Madres de Plaza de Mayo, Azucena Villaflor, Esther Ballestrino de Careaga (paraguaya) y Mari Ponce, y otras de las personas secuestradas y desaparecidas en el mismo operativo en la iglesia de Santa Cruz, el 8 de diciembre de 1977, como Angela Ahuad y la monja francesa Léonie Duquet, los antropólogos pudieron determinar no sólo los tormentos a que fueron sometidas las víctimas, sino cómo habían sido arrojados al mar.
La identificación de los cadáveres de prisioneros de El Olimpo también permitirá a la justicia avanzar sobre los casos de varios responsables de ese centro clandestino de detención y donde también se robaban niños nacidos en cautiverio.
También se espera que haya avances en el caso de chilena Cristina Carreño Araya, en la causa que llevan adelante abogados argentinos contra los responsables de la Operación Cóndor, la coordinadora criminal de las dictaduras del Cono Sur.
Esto cierra una búsqueda incansable para conocer el destino de algunos de los desaparecidos, pero durante el acto conmovedor en que se anunció la identificación de los cadáveres, familiares de las víctimas se comprometieron a seguir ayudando a encontrar la verdad sobre otros miles de secuestrados desaparecidos, que sólo en Argentina ascienden a 30 mil.