Los bombazos, similares a otros perpetrados por grupos cercanos a Al Qaeda: Al Jazeera

Mueren por lo menos 175 iraquíes en 4 atentados con camiones bomba

Los ataques, contra la minoría yazidi de dos pueblos de la provincia de Nínive; unos 200 heridos

Fallecen otros 10 estadunidenses en Irak; suman ya 3 mil 694 desde el comienzo de la invasión

AFP, REUTERS, DPA

Mosul, 14 de agosto. Al menos 175 personas murieron y más de 200 resultaron heridas esta noche en cuatro atentados con camiones bomba contra miembros de una antigua comunidad religiosa del norte de Irak, anunciaron fuentes oficiales.

Los ataques se produjeron en la norteña provincia de Nínive en dos poblados cercanos a la localidad de Qahtaniya, 120 kilómetros al este de la norteña Mosul. Fueron dirigidos contra la minoría yazidi y constituyeron uno de los más hechos sangrientos desde que empezó la invasión estadunidense en Irak, en marzo de 2003.

El pasado 23 de noviembre, 215 personas perdieron la vida por fuego de mortero y hubo cinco atentados con coche bomba en el barrio chiíta de Ciudad Sadr.

Tanto el portavoz del ejército de Irak, capitán Mohamed Obeidi, como el alcalde de Sinyar, Dajil Qassim, afirmaron que las cuatro explosiones, ocurridas a las 20 horas local, causaron al menos 175 muertos y más de 200 heridos.

La Casa Blanca calificó de "bárbaros" los atentados que buscan minar la estabilidad del país. "Condenamos estos ataques contra civiles inocentes", afirmó la vocera Dana Perino.

Las bombas, una de ellas en un camión con combustible, estallaron en las localidades de Al Jataniya y Al Adnaniya, habitadas mayoritariamente por yazidíes.

Al cierre de esta edición ningún grupo se había adjudicado los atentados, pero la televisora árabe Al Jazeera señaló en su página de Internet que las características de los bombazos tienen similitud con otros perpetrados por grupos vinculados con Al Qaeda, que se están reagrupando en el norte de Irak.

Varios establecimientos ardieron en llamas y edificios de apartamentos fueron totalmente destruidos por las explosiones.

Según la agencia Voces de Irak, "las explosiones causaron pánico entre la población, mientras que ambulancias trasladaban a los heridos al hospital".

Una fuente hospitalaria informó que recibió a gran número de heridos. "Los corredores del hospital están abarrotados", señaló un informante anónimo.

Las televisoras locales pedían con urgencia donadores de sangre ante la gravedad de la situación.

Horas antes, la policía reportó el hallazgo de los cadáveres de dos yazidíes secuestrados hace dos días cuando viajaban a Bagdad para vender olivos.

Las autoridades informaron que los cuerpos, hallados al norte de Kirkuk, presentaban muestras de haber sido apedreados.

Los yazidíes, que representan una población de 500 mil personas, hablan un dialecto kurdo aunque profesan una religión preislámica y tienen sus propias tradiciones culturales.

Este grupo religioso cree en el Dios creador y respeta a los profetas bíblicos y coránicos, especialmente a Abraham, pero centra su devoción en Malak Taus, el principal de los arcángeles.

Seguidores de otras religiones conocen a este ángel como Lucifer o Satanás, lo que ha fomentado el prejuicio popular de que los yazidíes adoran al Demonio.

La comunidad ha tratado de permanecer distante de los conflictos que afectan a la mayor parte de Irak, pero en el último tiempo sus relaciones con sus vecinos sunitas empeoraron de forma dramática.

El pasado 7 de abril, una multitud de yazidíes apedreó a Doaa Jalil Aswad, de 17 años y de la propia comunidad, que ofendió los preceptos conservadores locales al escaparse para contraer matrimonio con un musulmán.

Tras la difusión de imágenes de la salvaje lapidación captadas con teléfonos celulares, extremistas sunitas no tardaron en vengarse. El 23 de abril, hombres armados detuvieron un autobús que transportaba a trabajadores hacia la comunidad de la adolescente apedreada y asesinaron a 23 yazidis.

Además, el atentado de hoy ocurrió cuando el ejército estadunidense y fuerzas iraquíes lanzaron una gran ofensiva en la provincia de Diyala, como parte de una nueva estrategia en todo el país contra militantes sunitas y chiítas, anunciada esta semana.

El ejército informó que 16 mil soldados estadunidenses e iraquíes están involucrados en la Operación Martillo Relámpago contra militantes sunitas de Al Qaeda en Irak de la provincia de Diyala, la media luna fértil del río Diyala, que fluye desde el norte hacia el Tigris, cerca de Bagdad.

La víspera el ejército estadunidense emprendió la operación Golpe Fantasma, con que pretende neutralizar a presuntos militantes de Al Qaeda y a milicias chiítas, antes que esas organizaciones armadas lancen una ofensiva "espectacular" y a un mes de que se discuta en el Congreso estadunidense el presupuesto para las guerras de Irak y Afganistán.

Estados Unidos envió este año 30 mil soldados adicionales a Irak, y los ha trasladado desde grandes a pequeñas bases en los vecindarios, en un esfuerzo por reducir la violencia sectaria en la capital.

Las fuerzas de Estados Unidos afirmaron que tuvieron gran éxito, especialmente contra militantes sunitas que fueron sus principales enemigos durante los primeros tres años tras la caída del presidente Saddam Hussein, en 2003.

Pero se han enfrentado a una creciente violencia por parte de la milicia chiíta, que dicen tiene vínculos con el vecino Irán.

Plagian a viceministro

En otro acto violento, el viceministro de Petróleo, Abdel Jabar Wagaa, fue plagiado en Bagdad. "Una banda de hombres armados que vestían uniformes de las fuerzas de seguridad ingresó en el recinto de la Organización para la Gestión del Petróleo Nacional y secuestró a cinco personas, entre ellas al ministro adjunto", declaró a la televisión el ministro del Petróleo, Hussein Chahristani.

El funcionario añadió que algunos de los secuestrados fueron liberados, aunque no precisó si Wagaa estaba entre ellos. "Fue una banda criminal. No tienen motivos políticos o sectarios", agregó.

Wagaa es el personaje más importante secuestrado en Irak desde la captura de cinco británicos en el Ministerio de Finanzas iraquí, el pasado 29 de mayo. Los cinco siguen cautivos.

Además, 10 efectivos estadunidenses perdieron la vida, cinco de ellos al caer a tierra el helicóptero en que viajaban en la provincia de Al Anbar; no se informó si el aparato se accidentó o fue derribado por la resistencia.

Con estas bajas, el número de militares de Estados Unidos abatidos en Irak desde que se inició la invasión, el 20 de marzo de 2003, se ubicó en 3 mil 694 y en 44 las bajas en lo que va de agosto.