Son tóxicos y de mala calidad, aseguran habitantes
Materiales de casas afectan la salud de veracruzanos
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Algunas casas del fraccionamiento Santa Isabel III se encuentran abandonadas
Foto: La Jornada
Coatzacoalcos, Ver., 10 de agosto. Habitantes del fraccionamiento Santa Isabel III, ubicado en el poniente de Coatzacoalcos, padecen afecciones respiratorias como asma, rinitis y diversas alergias, debido a que en más de 500 viviendas, construidas en 1994, se utilizaron materiales tóxicos.
Las casas fueron construidas por Inmobiliaria y Constructora Ficus, cuyo director, Octavio Mijares, la cerró después de hacer entrega del fraccionamiento.
Según los vecinos afectados, Mijares era prestanombre de Manuel Abonce Ferrandón, quien ese año fungía como director general del Instituto Veracruzano de Fomento al Desarrollo Regional y Vivienda (Idere).
Cada una de las 541 casas que conforman la tercer etapa del fraccionamiento Santa Isabel consta de 43 metros cuadrados; no fueron edificadas con tabiques y concreto sino con panel de fibrocemento conocido como plycem, de dudosa calidad.
Luis Rodríguez Pérez, sociólogo y representante de los colonos, señaló que las viviendas están divididas por delgadas paredes del citado material, y no aguantan remiendos debido a su fragilidad.
Agregó que tienen cuarteaduras y otros daños en sus estructuras, y los polvos que se desprenden han causado afecciones a la salud de las familias.
Destacó el caso de la niña Edzaly Saraí Tovar Jiménez, quien requirió una intervención quirúrgica por padecer rinorrea asociada a diversos alergenos.
Un estudio del departamento de ingeniería química y ambiental del Instituto Tecnológico de Minatitlán señala que el panel plycem, hecho con base en cemento portland, es alergénico en 72 por ciento.
El documento con fecha del 18 de febrero de 2002 indica que el panel contiene también fibra de celulosa carbonatada que es alergénica en 20 por ciento y carbonato de calcio en 8 por ciento.
En 2004, la jurisdicción sanitaria 11 entrevistó a 83 por ciento de los habitantes del fraccionamiento, y concluyó que las principales afecciones de los vecinos eran las respiratorias, seguida de rinitis alérgica y asma.
Rodríguez Pérez dijo que de este problema tienen conocimiento desde hace cinco años el Idere, la Contraloría General del Estado y la Secretaría de Desarrollo Social y Medio Ambiente estatal, pero hasta la fecha no han dado soluciones.
También fueron informadas de la situación dependencias federales como la Procuraduría General de la República y la Secretaría de Salud, pero éstas tampoco han actuado.
En una carta enviada al gobernador Fidel Herrera Beltrán el 5 de julio pasado, los vecinos solicitaron su intervención, pues además padecen el riesgo de que sus viviendas se derrumben durante la temporada de lluvias por el reblandecimiento de los techos y paredes.
En el documento los vecinos lamentan la falta de sensibilidad de las autoridades estatales para atender los problemas de salud que padecen, principalmente los niños.
"Todos nos tiran de a loco, nos ignoran", dijeron los vecinos, quienes incluso han tenido que cubrir los techos de sus viviendas con lonas para evitar que las lluvias reblandezcan o trasminen las paredes frágiles y provoquen derrumbes.