Muchos adolescentes e incluso niños mantienen ya relaciones sexuales, afirma
La vacuna contra el VPH debe aplicarse desde los nueve años, señala pediatra
Una de las metas es prevenir la alta incidencia de cáncer cérvico-uterino
Para prevenir la alta incidencia de cáncer cérvico-uterino u otro tipo de males que puede desarrollarse debido al virus del papiloma humano (VPH), dos laboratorios lanzaron las vacunas cervarix y gardasil, las cuales combaten con eficacia el desarrollo de dicho microrganismo, dijo la directora del hospital Star Médica, Sandra Plascencia Inclán.
Explicó que dichas vacunas, autorizadas por la Agencia de Alimentos y Drogas de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), deben aplicarse de los nueve hasta los 26 años como una medida preventiva ante el posible desarrollo del VPH infección de transmisión sexual más frecuente del mundo.
Dicha enfermedad constituye una causa previa a la aparición del cáncer de cerviz y se ha relacionado con otras formas de cáncer ano-genital, de esófago, laringeo y gástrico, además de ser el origen de las verrugas ano-genitales.
Plascencia Inclán mencionó que la elaboración de dichas vacunas colocan al pediatra ante el reto de dar una indicación correcta a los adolescentes, principalmente. "Hay que reconocer que muchos adolescentes e incluso niños ya mantienen relaciones sexuales, y que el VPH puede estar latente en su cuerpo y desarrollarse en su vida adulta ya que el virus puede manifestarse en un periodo de 10 a 30 años, por eso la necesidad de prevenir", asentó.
El costo actual de la vacuna es de mil a mil 500 pesos y son tres las dosis indicadas, en un espacio de seis meses. "Los pediatras desempeñamos un papel clave en la difusión y aceptación de la vacuna, así como en la prescripción y consecución de elevadas coberturas de ella en la población preadolescente y adolescente. El hecho que esta vacuna prevenga una enfermedad que empieza en edad adulta y que además está relacionada con la transmisión sexual, exigirá un diálogo específico con los niños, sus padres o tutores sobre el tema", sostuvo.
Este, acotó, es un nuevo reto para los pediatras, quienes "tenemos una responsabilidad esencial en la implantación y difusión de esta vacuna, por nuestro acceso a los pacientes en edad pre puberal y en la adolescencia precoz, con más probabilidad y eficacia que desde cualquier otra disciplina médica.