A algunos sectores de la población les preocupa más la modificación del uso del suelo
El calentamiento global aún es visto en México como algo remoto: especialistas
Campesinos destacan el cambio del patrón de lluvias, con anegaciones y sequías más agudas
Ampliar la imagen El cambio climático ha alterado el patrón de lluvias en todo el planeta. En la imagen, inundación en Bangladesh. Aproximadamente dos terceras partes de esa nación asiática se encuentran anegadas Foto: Reuters
A pesar de los efectos que ya provoca el cambio climático en México y el mundo -entre ellos cambios en el patrón de lluvias y altas temperaturas-, prevalece un gran desconocimiento en la sociedad sobre el fenómeno y se le considera algo lejano, de acuerdo con expertos.
En distintas regiones del país, indican, se han comenzado a presentar señales que los científicos integrantes del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) han detectado a escala mundial.
Sin embargo, en ciertos sectores de la población aún se considera más problemático el cambio de uso del suelo que la modificación global del clima.
El IPCC apunta en su segundo reporte, presentado en abril, que "la evidencia acumulada desde 1970 indica que el calentamiento ha tenido una influencia indiscutible en muchos sistemas físicos y biológicos".
Agrega que hay una alta certidumbre de que el calentamiento global observado durante el siglo XX se debió al aumento en las concentraciones de gases de efecto invernadero a causa de acciones humanas.
Las consecuencias variarán si la temperatura se incrementa dos o cuatro grados centígrados, lo cual dependerá de la eficiencia de las acciones que se establezcan para reducir las emisiones de gases con efecto invernadero, abunda.
De acuerdo con ese parámetro, en América Latina se espera que los recursos hídricos disminuyan entre 20 y 30 por ciento y que los ecosistemas pierdan también entre 20 y 30 por ciento de las especies en riesgo de extinción.
Asimismo se avizora que la agricultura se vea afectada en las latitudes bajas, y si el aumento en la temperatura es superior a tres grados centígrados, la productividad agrícola disminuirá en la mayoría de las regiones del planeta.
En el caso específico de México, se prevé un incremento de dos a cuatro grados centígrados, y en el norte del país se presentarán los mayores impactos; asimismo, las lluvias disminuirán 5 por ciento en el centro del país.
La temperatura de los mares nacionales -Caribe, Golfo de México y Pacífico- se elevaría entre uno y dos grados centígrados, lo cual produciría ciclones más intensos. También se prevén lluvias más abundantes y largos periodos de sequía, además de que para 2020 disminuiría la superficie cultivable de maíz de temporal, reporta la Tercera Comunicación Nacional de México.
Faltan estudios y mediciones
La situación en el territorio nacional en relación con el cambio climático es diferenciada. En algunas regiones la preocupación aún es por la modificación en el uso de suelo y en la mayoría prevalece la falta de información sobre el tema.
En Querétaro, el problema es la deforestación, que provoca deslaves en época de lluvias y falta de recarga de los acuíferos; además de que las precipitaciones y la sequía se presentan en épocas no previsibles, sostiene Pamela Siurob, de la organización Ambientalistas de Querétaro.
Refiere que hay efectos en la agricultura, pero aún no existen estudios ni mediciones sobre el comportamiento de las lluvias y el periodo de calor que permitan conocer y evaluar las afectaciones por el cambio climático.
La deforestación se percibe en Hidalgo como el principal problema y se estima la pérdida de entre 3 mil 500 y 10 mil hectáreas boscosas, refiere Hugo Ramírez, director general de Desarrollo Forestal y Pesquero del gobierno estatal.
Advierte que lo anterior podría alterar el régimen de lluvias y afectar la recarga de acuíferos, así como cambiar gradualmente la vegetación, con la aparición de pastos o matorrales.
En Guerrero también se estima que han sido los cambios de uso de suelo, provocados por el crecimiento poblacional, los que han provocado cambios en el clima. Se ha inducido la deforestación para realizar actividades agropecuarias o para la construcción de viviendas, sostiene Roel Ayala Mata, jefe del área de fenómenos hidrometeorológicos de la Subsecretaría de Protección Civil de la entidad.
En el estado, de acuerdo con datos de la delegación de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, desde 1995 se han extraído 8 millones de metros cúbicos de madera y, de acuerdo con un estudio de la Escuela de Ciencias Agropecuarias y Ambientales de la Universidad Autónoma de Guerrero, al menos cinco hectáreas de bosques se pierden al día debido a la tala inmoderada.
En el sureste del país todavía no hay evidencias científicas firmes para decir que el clima se ha modificado como consecuencia de los cambios ambientales globales, afirma el ecólogo Mario González-Espinosa, investigador de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur).
En entrevista, afirma que lo documentado por Ecosur es la transformación del uso del suelo, pero "nadie lo ha bajado a la escala regional, ni la gente que trabaja en ciencias de la atmósfera, porque no hay modelos suficientemente adecuados para el análisis a esos niveles".
Consideró que en Chiapas, donde está una de las últimas reservas de selva tropical del país, "quizás dentro de 50 años no será tanta la sequía, sino que habrá más lluvia, porque a mayor temperatura se generará más evaporación y lloverá más, pero en el norte de México, a lo mejor habrá sequía. Lo que sí habrá es temperatura más alta".
A su vez, Horacio Rubio Gutiérrez, director técnico del organismo de Cuenca de la Frontera Sur de Conagua, reconoce que la entidad, por su posición geográfica y orográfica -pues se encuentra en un punto donde convergen las tormentas y huracanes del océano Pacífico y el mar Caribe-, es vulnerable a una alta actividad hidrometeorológica, a lo que se suma la explosión demográfica que ha dado pie a que pobladores se instalen a orillas de cauces de ríos, lo que aumenta el riesgo de pérdidas materiales y vidas humanas.
En Colima, Eleazar Castro Caro, residente técnico de la Comisión Nacional del Agua, explica que este organismo aún está por analizar las variaciones en la precipitación pluvial para determinar si el sobrecalentamiento global está causando problemas con las lluvias. No hay reportes precisos que lleven a los expertos a explicar cómo se ha afectado el ciclo hidrológico a partir del cambio climático.
Este fenómeno sí ha afectado el campo en Sonora, sobre todo en los pasados 10 años. "Nos ha pegado completamente el cambio climático: recuerdo que el día de San Juan, en junio, era el arranque de las lluvias, y ahora comenzaron un mes después; eso, obviamente, es efecto del cambio climático", indica el presidente de la Liga de Comunidades Agrarias de la Confederación Nacional Campesina, Salvador Sánchez Peñuelas.
"Antes hablábamos de una 'calma de agosto', cuando ya no llovía con la intensidad de los meses previos, y ahora vemos que es en agosto cuando más llueve; además, están las sequías en los estados del noroeste del país, las inundaciones en
el sureste; esto no es más que el resultado del clima que a los campesinos nos están afectando tanto de un extremo como del otro, porque todo en exceso es malo."
En Sinaloa las tormentas y temperaturas se perciben dentro de los márgenes normales; en 1994 hubo temperaturas récord en Culiacán, en comparación con años anteriores, de 41.5 a 42.5 grados centígrados, en verano a la sombra; a la intemperie han llegado hasta 49 grados.
Si todo sigue conforme lo que está pronosticado, habrá más calor y también alteración en lluvias y tormentas, sostiene Manuel de Jesús Ortiz, meteorólogo y titular del Servicio Agrometeorológico de la Confederación de Asociaciones Agrícolas de Sinaloa.