Balance de la Jornada
Sólo uno de los equipos con nuevo técnico salió airoso
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A pesar del cerrojo defensivo, el triunfo se le fue a Chivas en un descuido al final del partido contra Pumas para el empate 1-1
Foto: Cristina Rodríguez
El Santos Laguna sorprendió al dar cuenta del favorito Cruz Azul, cuadro que se convirtió en la decepción de la fecha inaugural del torneo casero, más aún porque venía de ganar la Copa Amistad y la Copa Panamericana, logros que elevaron las ilusiones de la afición cementera, pero, simplemente, al técnico uruguayo Sergio Markarián se le esfumó la sonrisa ante unos Guerreros más certeros ante el marco rival.
El torneo arrancó con el habitual triunfo del campeón Pachuca, donde Tecos causó pena, tanto por su desolado estadio como en el terreno futbolístico, a pesar de que al igual que Tuzos, la UAG conservó a casi todo su plantel y por ello se esperaba ver un buen entendimiento.
Pachuca retornará a Estados Unidos para las semifinales de la Superliga. Una vez más hace válido su mote de Equipo de México, pues es el único que sacó la cara por la liga nacional y es firme candidato al premio, un millón de dólares, lo que también le valdría para ascender puestos en el ranking de FIFA, donde figura en el sitio 23, arriba del América, que ocupa el lugar 29, y Toluca en el 41.
El sello de la fecha uno fueron los empates. Algunos justos, como el registrado entre Atlas y Toluca y en el Jaguares-Atlante. Otros tuvieron sabor amargo, puesto que resultó claro el dominio de Pumas sobre Chivas y de los ahora Gladiadores de San Luis sobre Tigres. En la UNAM se extrañó la claridad que da en el desborde el Parejita López.
La mira estuvo puesta en los equipos que estrenaron timonel: el Veracruz de Nery Pumpido resulta prometedor, al Toluca de José Pekerman le falta uno de los engranes principales, el delantero Christian Giménez, quien estaría listo para la fecha dos o tres. El Cruz Azul de Markarián lució como una orquesta desafinada, mientras que los Tigres de Américo Gallego deben trabajar en el tiro a gol.
El único que salió airoso en su presentación fue Hans Westerhoff. El holandés reaparece en México tras haber dirigido a Chivas y de último minuto conquistó la victoria para Necaxa ante los Rayados de Miguel Piojo Herrera, cuyos pupilos siempre desbordan ímpetu, pero no acaban de aprender a conservar marcadores.
De los refuerzos recién llegados fue notorio el desempeño del ecuatoriano Christian Benítez, quien logró hacer buena dupla en el ataque de Santos con Daniel Ludueña. Humberto Suazo, de Monterrey, es sólo en el papel el arribo más espectacular, y el potro Alain Nkong, quien estaba anotando con constancia, cayó en la sequía.
En su retorno al máximo circuito, Puebla no defraudó, fue un duro hueso de roer para el América y solamente la falta de individualidades le impidió reflejar en el tablero su mejor juego de conjunto.
Cuando Emilio Maurer describió a la primera A con "canchas verdaderamente asquerosas, plazas realmente peligrosas, un futbol totalmente rudimentario y con arbitraje paupérrimo", parecía exagerar, pero en realidad se quedó corto, pues le faltó denunciar las numerosas corruptelas, como la expuesta por Miguel Iguala Carreón.
El jugador señaló que fue contratado por el Durango, donde cumplió la pretemporada, pero luego le dijeron que no entraba en planes a pesar de que había aceptado todas las condiciones, entre ellas la de que el primer pago sería hasta septiembre, por lo cual acudió a la FMF para reclamar una indemnización.
Lo aberrante del caso es que Francisco Rocha Bandala, encargado de la Comisión de Controversias de la Federación, es uno de los administradores del equipo, en sociedad con la abogada Thelma Herrera, quien hace años incursionó en el futbol como defensora de jugadores y técnicos, ambos asesorados por Alberto de la Torre, ex titular de la FMF.
Justino Compeán, titular de la federación, seguramente está muy ocupado en cuidar al Tri y sus lucrativos partidos en Estados Unidos, pero está claro que Rocha Bandala resulta inaceptable como juez y parte.