Su promotor denuncia ''mano negra'' del gobierno
Parado, proyecto modelo de estación multimodal en NL
Monterrey, NL, 5 de agosto. Villa XXI, proyecto para construir una estación multimodal de carga en el municipio de Pesquerí con áreas para vivienda, agroindustria, comercio, ciencia e investigación, que en una primera etapa requeriría una inversión de 350 millones de dólares y es considerado por instituciones internacionales como ''modelo de desarrollo para América Latina'' por incluir a ejidatarios como inversionistas, está detenido y sin visos de reactivarse, a pesar de que hace cinco años recibió el visto bueno del gobierno estatal.
El empresario Arturo Garza Barragán, promotor del proyecto, consideró que hay ''mano negra'' por parte de funcionarios de los tres niveles de gobierno para detener Villa XXI, con el propósito de desanimar a campesinos involucrados y obligarlos a vender sus tierras a bajo precio, a fin de que otros se beneficien del negocio.
Garza Barragán recordó que hace diez años, con apoyo de un equipo multidisciplinario formado por académicos de universidades de Estados Unidos, del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, así como de la Universidad Autónoma de Nuevo León, empezó a diseñar el nuevo modelo de desarrollo sustentable, con el aval del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo, entre otras instituciones.
Explicó que en la central multimodal de carga coinfluirían ferrocarriles, transporte carretero y aéreo.
Indicó que en 2002 el entonces gobernador Fernando Canales Clariond firmó con Promotora Inmobiliaria Villa XXI, campesinos del ejido Francisco Villa y el municipio de Pesquería un convenio de coordinación para impulsar el proyecto.
''Nosotros le pedimos al ahora gobernador, José Natividad González Parás, que ratifique ese acuerdo, para que haya una coordinación efectiva, porque sentimos que hay gente que quiere frenar la central multimodal'', que ayudaría a resolver problemas de congestionamiento vial y accidentes que ocasionan ferrocarriles de carga en la zona metropolitana de Monterrey, agregó.
Dijo que ''una mano negra'' impide el desarrollo sustentable, y que si bien ahora no puede identificarla, forma parte del ''engranaje de una gran maquinaria burocrática'', en los tres niveles de gobierno.
Comentó que la Secretaría de Economía federal aún no aprueba el proyecto, pero esa dependencia no actúa si el secretario de Desarrollo Económico estatal, Alejandro Páez Aragón, afirma que ''no es prioridad para el gobernador González Parás''.
Los campesinos serían accionistas
Destacó que, a diferencia de San Salvador Atenco, estado de México -donde protestas de lugareños impidieron la construcción del aeropuerto alterno de la ciudad de México-, los campesinos serían accionistas de Villa XXI, pues la tierra que han aportado, además de una parte que se les compró, los haría poseedores de 29 por ciento de las acciones de la sociedad que promueve el nuevo desarrollo.
Acotó que en una superficie de más de 5 mil hectáreas podría desarrollarse una nueva metrópoli, moderna y bien diseñada de origen, que incluiría una terminal ferroviaria intermodal de 80 hectáreas, con 115 hectáreas para almacenes y servicios de soporte, así como un centro de autotransporte con patio de maniobras y bodegas refrigeradas.
Ahí convergerían las concesionarias Ferromex y Kansas City Southern de México; además, se planea crear parques industriales, al igual que centros de negocios y de desarrollo tecnológico, complejos habitacionales y una zona comercial.
''Lo que quieren es desanimar a la gente, que se desesperen para que vendan y entrar ellos a comprar barato, porque antes no valían los terrenos de esta zona, que era de agostadero. Nos están tratando de tumbar el proyecto para comprar barato'', afirmó Garza Barragán.