Falta de acuerdos sobre reparto de rutas y territorios sería la causa, revelan funcionarios
Creen en el gobierno que se acerca el fin de la tregua entre cárteles del narco
En sólo una de tres reuniones de capos estuvo presente un representante federal, señalan
La tregua en la violencia entre bandas criminales está por llegar a su fin ante la falta de un acuerdo definitivo en cuanto a la redistribución de territorios, y la embestida gubernamental contra el grupo de sicarios del cártel del Golfo, conocidos como Los Zetas, revelaron funcionarios del gabinete de seguridad nacional.
Funcionarios militares y civiles refirieron que el pacto para disminuir la violencia en el país entre cárteles tuvo lugar en junio pasado, luego de tres reuniones, una en Aguascalientes, otra en la ciudad de México y la última en Morelos.
De acuerdo con las versiones recogidas, sólo en uno de esos encuentros hubo presencia de un representante del gobierno federal. El compromiso habría sido disminuir las acciones para detener a capos, a cambio de que se "redujera la violencia extrema".
La tregua tendría como finalidad una redistribución de territorios, el establecimiento de nuevas rutas marítimas para el trasiego de estupefacientes y acuerdos para interactuar en zonas consideradas esenciales para la distribución, de acuerdo con las fuentes consultadas.
Los funcionarios entrevistados revelaron que en distintos organismos de inteligencia se han elaborado informes en los que se da cuenta de los encuentros, que se iniciaron a partir de la intervención de dos de los capos considerados históricos, Ismael El Mayo Zambada García y Juan José Esparragoza Moreno El Azul.
Supuestamente la iniciativa para lograr la tregua fue de Vicente El Viceroy Carrillo Fuentes, uno de los líderes del cártel de Juárez, quien hasta antes de 2005 mantenía una sociedad con El Mayo Zambada y Esparragoza Moreno.
Mientras El Mayo habría convencido a Heriberto Lazcano Lazcano El Lazca, líder de Los Zetas, para entrar en las negociaciones, El Azul hizo lo propio con Joaquín El Chapo Guzmán Loera, quien habría estado presente en la reunión en Morelos, y así acordar entre ambos una disminución de la violencia, dado que se considera que el mayor número de ejecuciones han tenido que ver con sus respectivas organizaciones.
Sin embargo, la tregua estaría por vencer en las próximas semanas debido a que no se han concretado acuerdos respecto de zonas como Quintana Roo, Veracruz y Guerrero, y también porque el gobierno federal ha continuado con las detenciones de líderes de células de narcotraficantes y sicarios, principalmente de Los Zetas, entre ellos Raúl Torres Barrón Zeta 10 o Flander 1, en junio pasado en Estados Unidos, así como Luis Reyes Enríquez, alias el Z-12, además de diversas células de informantes y "halcones" (vigilantes de movimientos policiacos y militares), en distintas entidades del país.
Se debe señalar que hasta antes del acuerdo los registros de violencia en México referían que hasta fines de mayo se han cometido unas mil 200 ejecuciones tan sólo en este año, es decir, un promedio diario de ocho asesinatos ligados al crimen organizado.
Mientras en los dos meses recientes , es decir, entre junio y julio, han sido ejecutadas otras 300 personas, un promedio de cinco por día, pero con menor grado de violencia.
Los funcionarios consultados señalaron que, si bien las ejecuciones no han cesado, sí han disminuido, al igual que las acciones que provocaron terror en la población, como fueron las decapitaciones, los encobijamientos, el lanzamiento de restos humanos fuera de instalaciones gubernamentales con mensajes dirigidos a integrantes de distintas organizaciones o miembros de corporaciones policiacas principalmente.
Asimismo, había ocurrido un descenso en las ejecuciones múltiples, así como de agentes y mandos policiacos; sin embargo, en los días recientes el número de asesinatos ha vuelto a crecer. Muestra de ello es que el pasado sábado fueron localizados cuatro ejecutados en el municipio de Mascota, en la sierra occidental de Jalisco, y en Michoacán, Javier Alcaraz Montelongo, director de Seguridad Pública del municipio de Paracho.
En ese contexto, un análisis de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos, elaborado en junio pasado, menciona que "este año la narcoviolencia se ha intensificado en México", y que según estimaciones "al menos mil 400 personas han muerto en ataques desde enero de 2007", y los registros superan a los obtenidos en "el mismo periodo en 2006 y 2005", además de que estas ejecuciones se han extendido a "áreas en las que previamente había escasa narcoviolencia, como Veracruz y la ciudad de Monterrey".