La APPO realiza marcha pacífica; impide el arribo de acarreados a la Guelaguetza
Abuchean a líder de la sección 22 por "negociar" la liberación de maestros
Oaxaca, Oax., 30 de julio. El secretario de Organización de la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Ezequiel Rosales Carreño, informó sobre la liberación de los últimos cinco maestros detenidos durante los enfrentamientos entre policías locales y simpatizantes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) el pasado 16 de julio.
La víspera, la sección 22 había emplazado al gobierno de Oaxaca a liberar hoy a sus compañeros o de lo contrario realizaría "acciones contundentes" para boicotear el segundo Lunes de Cerro, con el que concluyen las festividades de la Guelaguetza.
Previo al mitin en el que dirigente magisterial hizo el anuncio, miles de profesores de la sección 22 del SNTE y simpatizantes de la APPO efectuaron una "marcha de pies cansados" para protestar por la celebración del segundo Lunes del Cerro; exigir la destitución del gobernador Ulises Ruiz, la liberación de los "presos políticos y de conciencia", y castigo a los responsables de la represión.
Durante la movilización, que duró alrededor de tres horas, no hubo incidentes graves, a pesar de que los contingentes pasaron por las inmediaciones del cerro del Fortín.
No obstante, en el trayecto los manifestantes retiraron propaganda de candidatos a diputados locales, principalmente del PRI y PAN, así como publicidad de la administración estatal.
En tanto, el gobernador Ulises Ruiz se congratuló de los acuerdos tomados por la sección 22 SNTE y la APPO, y reconoció su "madurez política", pues su marcha "la realizaron como la habían acordado, la cual fue pacífica".
Desde temprana hora, los manifestantes se concentraron en el mercado zonal de Santa Rosa, en la carretera internacional Cristóbal Colón, para después bloquear la circulación con dos autobuses para impedir el paso de los "acarreados" traídos de diferentes regiones de la entidad para asistir a la Guelaguetza, que fue presidida por Ruiz Ortiz, invitados especiales y la llamada "clase política".
Después del descenso de los pasajeros, principalmente personas provenientes de comunidades indígenas, varios autobuses de las líneas Galaxy y Terranova de Veracruz fueron estacionados en las proximidades del cerro del Fortín y en calles céntricas.
A pesar de los gritos de "cerro, cerro, cerro" de algunos contingentes para tratar de cambiar la ruta de la movilización, la columna humana pasó por las faldas del cerro del Fortín en dos ocasiones sin acercarse a los retenes instalados para impedir su paso. Una vez más el auditorio Guelaguetza estuvo resguardado por cientos de policías estatales y elementos de seguridad vestidos de civil.
Posteriormente, en un mitin realizado en el zócalo, Ezequiel Rosales Carreño, secretario de Organización de la sección 22 del SNTE, elogió la participación masiva de profesores y de simpatizantes de la APPO, porque "tuvo sus frutos" con la liberación de cinco detenidos durante los enfrentamientos del 16 de julio.
Sin embargo, Rosales Carreño fue abucheado y acusado de "traidor" porque supuestamente suspendió la asamblea estatal para "entregar" el movimiento a Ruiz Ortiz, así como por pactar previamente la liberación de los presos con el secretario general de Gobierno, Teófilo Manuel García Corpus, a cambio de que la protesta no fuera al cerro del Fortín, según información filtrada por la propia administración estatal a medios de comunicación locales.
En respuesta, el dirigente magisterial reprobó "a aquellos que atentan contra el movimiento", y subrayó que la "única garantía de que se vaya Ulises Ruiz y salgan los presos es la unidad".
Ofreció que la comisión política de la dirección seccional se instale en sesión plenaria para determinar la realización de la asamblea estatal.
Más tarde, en declaraciones a la prensa, rechazó alguna negociación con el gobierno estatal, aunque reconoció contactos de la Comisión Unica Negociadora con García Corpus y el procurador estatal, Evencio Nicolás Martínez, "por mandato" de la dirección seccional, para lograr la liberación de los presos.
Ante el acoso de los inconformes, que le arrojaron vasos y botellas de plástico cuando se retiraba, Rosales Carreño tuvo que ser rodeado por miembros de la comisión de seguridad de la sección 22 del SNTE.
Después, los cinco excarcelados acudieron al zócalo y encabezaron un mitin para denunciar las detenciones arbitrarias y golpizas de que fueron objeto por parte de la policía.
Los excarcelados, a quienes se les había fijado a cada uno una fianza de 2 millones de pesos, aclararon que no salieron libres por falta de elementos para ser procesados, sino por el pago de una fianza de entre 150 y 190 mil pesos.