En cinco años, Colombia se convirtió en el segundo productor en América Latina
Agrocombustibles, opción para detonar crecimiento en el campo
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Bogotá, Colombia. La industria de los agrocombustibles es la respuesta a la crisis y pobreza rural. Además, no compite con la producción de alimentos porque se pueden utilizar la pulpa del café, el cacto cardenal, la yuca, el banano y el sorgo, así como la palma de aceite, afirmó William Salas, del Centro Internacional de Agricultura Tropical, a productores que, curiosos, miraban las microplantas para generar biocombustibles que fueron instaladas en uno de los 22 pabellones de exhibición distribuidos en los 152 mil metros cuadrados del complejo que ocupó la 16 Feria Internacional Agropecuaria y de Industrias Afines.
Presentes por vez primera en dicho acto, que se lleva a cabo cada dos años y al que en esta ocasión acudieron mil 200 compradores de Europa y Latinoamérica, los promotores de los agrocombustibles presentaron esa alternativa como "la gran oportunidad" para la agricultura colombiana, por la generación de empleos, el acceso a mercados ilimitados y para sustituir los cultivos ilícitos.
"Los agricultores pueden generar ya su combustible y vender los excedentes en las regiones. Es un plus para su economía", afirmó Salas entre los carteles de propaganda para la producción de etanol.
En el caso del café, dijo, se pueden obtener 60 litros de etanol por tonelada de pulpa fresca mojada, pero de cada 3 mil kilos de café pergamino se logran 6 mil 400 kilos de pulpa fresca mojada. En el caso del banano, 7 mil litros, pero "el proyecto estrella es el cacto cardenal, porque además de hacer productivas las tierras áridas es el biocombustible que mejor ha respondido a los experimentos en automóviles", expresó.
Hace un lustro el gobierno de Colombia empezó a impulsar la producción de biocombustibles. Actualmente obtiene 294 millones de litros al año de la caña de azúcar y de la palma africana, con lo cual se ha convertido en el segundo productor en Latinoamérica después de Brasil, y ha generado 100 mil empleos directos, de los cuales 90 mil corresponden a la industria de la palma africana y 7 mil a la de la caña de azúcar.
De palma africana hay sembradas 270 mil hectáreas, y la meta es llegar en 2008 a un millón para generar 100 mil empleos directos y 300 mil indirectos, aunque se estima que 17 millones de hectáreas reúnen las características para dicha plantación, según datos de la Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite. Se han utilizado 37 mil 700 hectáreas para la caña de azúcar.
El presidente de la Federación Nacional de Biocombustibles, Jorge Bendeck, afirmó que la producción actual de etanol en cinco plantas localizadas en el valle del río Cauca -donde se localizan los ingenios azucareros- es de un millón de litros diarios, "lo cual equivale a haber descubierto un campo petrolero del que se puedan extraer 16 mil 500 barriles por día y representa un ahorro de 360 millones de dólares para el país, mientras el costo de las exenciones para promover las inversiones en ese sector ascienden a 40 millones de dólares".
La producción actual de etanol equivale a 57 por ciento de la demanda generada a partir de la disposición legal de incorporar 10 por ciento de éste a la gasolina, vigente únicamente en Bogotá, Valle del Cauca y el llamado Eje Cafetalero. Pero se requieren, añadió, 60 mil litros del biocombustible por día para cubrir las necesidades en todo el territorio.
Para la producción de biodiesel, el grupo empresarial Hacienda Las Flores inauguró este mes una planta que tiene capacidad para producir 57 millones de litros anuales, a la que se sumarán antes de que termine 2007 otras cuatro: Biocombustibles Sostenibles del Caribe, que generará 115 millones de litros anuales; Odin Energy Santa Marta Corp, 41 millones; Bio D, 114 millones, y Biocastilla, 11 millones.
Para 2008, el proyecto es instalar cuatro plantas más, que estarán a cargo de Ecodiesel Colombia, para producir 115 millones de litros anuales; Aceites Manuelita, 69 millones; Biodiesel de Colombia, 69 millones, y Biocosta, 115 millones. Así, la generación de biocombustibles es vista ahora como "uno de los renglones más promisorios de la economía".
Pero las investigaciones para crear biocombustibles, como señaló William Salas, aún no son concluyentes. "Se continúa buscando el producto que sea más rentable, pero sin afectar la seguridad alimentaria, y el adecuado balance entre importaciones y producción. El desarrollo de esa industria es el futuro para los países de Latinoamérica", abundó.
Las agroindustrias son el puntal para el desarrollo del campo en las naciones latinoamericanos, consideró también Andrés López Valderrama, director de Corferias, el centro internacional más importante de la región andina, Centroamérica y el Caribe.
La feria agropecuaria se ha convertido en la plataforma de negocios del sector más importante de la región, ya que en ésta se han consumado transacciones por 130 millones de dólares y se ha convertido en espacio para la reflexión en torno del futuro del agro en países latinoamericanos, incluido México, aunque su presencia aún no es significativa, ya que a ella acuden productores de manera individual, destacó.
Este encuentro de agroempresarios, dijo, es también una búsqueda para lograr el desarrollo social del campo, que es considerado el sector más atrasado, donde predomina la pobreza y hay poco futuro. "Si no hay condiciones de equidad no puede lograrse un desarrollo empresarial y equitativo, y ese es el reto."
A la 16 Agroexpo, en la que la Unión Nacional de Asociaciones Ganaderas Colombianas presentó mil 600 bovinos cebú y de las razas criollas colombianas, así como el caballo de paso fino colombiano, llegaron 600 expositores de 14 países de la región andina, Europa y Latinoamérica, así como mil 200 compradores internacionales.