Johnny Depp, protagonista mayoritario en su trabajo
Burton, director de historias para gente de todas las edades
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Cartel de la próxima cinta de Burton, Sweeney Todd
Tim Burton es cineasta, poeta, ilustrador. Creció nutrido por la filmografía de un amo del terror, Vincent Price -protagonista de La mosca de cabeza blanca (1959), entre otras películas--, y del director de animación Ray Harryhausen.
Se inició en la industria cinematográfica pintando acetatos para la película de dibujos animados El señor de los anillos (1978), de Ralph Bashki.
En los estudios Disney realizó los cortos Vincent (1982) y Frankenweenie (1984). El salto hacia el gran público llegó en 1985, con La gran aventura de Simplón, estrambótica comedia infantil casi desconocida en México, protagonizada por Paul Rubens.
La gran aventura de Simpló, filmada con un presupuesto de siete millones de dólares, ganó 40 millones de billetes verdes en la taquilla estadunidense. La comedia de horror Beetlejuice (1988) le ganó confianza entre los ejecutivos de Hollywood, al recaudar en taquilla 80 millones de dólares.
En 1989 dirigió Batman, cinta que a fines del siglo XX presentaba a un hombre murciélago protector de inocentes en una sociedad depredadora.
De ahí, el despegue: Salvo el resbalón de El planeta de los simios (2001), la obra de Burton es brillante y consistente, pues lo mismo atiende al público infantil -con la producción del poema gótico El extraño mundo de Jack (1993) y la dirección de Charlie y la fábrica de chocolate (2005)- que estudia el impulso creativo de Ed Wood en la cinta biográfica de este director (1994) o despedaza a la sociedad de su país en ¡Marcianos al ataque! (1996).
En diciembre se estrenará Sweeney Todd, relato de un barbero asesino cuya novia hace pasteles de carne con sus víctimas. El protagonista será su actor-fetiche, Johnny Depp, estrella en El joven manos de tijera (1990), Ed Wood, La leyenda del jinete sin cabeza (1999), Charlie y la fábrica de chocolate, y El cadáver de la novia (2005).