IMSS: la litis de Molinar Horcasitas
Sin revelar aún su sueldo (224 mil 383 pesos en el portal de Transparencia, contra 200 mil 289 en el Informe de los Servicios Personales), el comportamiento del politólogo Juan Molinar Horcasitas, por empeño de Felipe Calderón hoy "al frente" del IMSS, ha resultando altamente mediocre.
Después de rehusarse a incrementar la cuotas obrero-patronales, ofreciendo a cambio ponerse "duro" en la recaudación y atreverse a caracterizar la realidad de desabasto que campea en el instituto más como un asunto "de distribución que de adquisición", descubrió que el régimen de jubilaciones y pensiones de sus trabajadores no era el problema "más grande" del IMSS, con la cual confirmó lo que siempre se dijo: que el "diagnóstico" Levy-Fox estaba fabricado y carecía de cualquier sustento serio, salvo el que le quisieron otorgar interesadamente algunos jilgueros académicos y, por supuesto, la gran mayoría los medios de comunicación.
Claro que Molinar "recuperó" rápido otro de los equívocos fabricados por ese "diagnóstico" (IMSS, Informe al Ejecutivo federal 2002-2003, "Gasto en salud durante la edad avanzada", pp. 45-51), y también encontró que "es muy importante" el déficit del seguro de enfermedad y maternidad, "particularmente en lo que se refiere a los pensionados (25 por ciento del PIB)", aunque hasta ahora, el gobierno federal no haya cumplido con sus obligaciones en esta materia (20 mil millones de pesos anuales) y que datan del remoto mes de julio de 1997, cuando entró en operación la "reforma" de Zedillo al IMSS.
Hay que agregar su absoluta falta de tacto para acudir al 61 Consejo Nacional Ordinario del SNTSS y, envalentonado con la impuesta "reforma" calderonista al ISSSTE, que fracasará como la que Zedillo impuso al IMSS ya hace más de una década, proclamar que si el instituto "continúa en la mismas condiciones, no sobrevivirá al actual sexenio". La respuesta fue inmediata: "otros están de paso en el IMSS, mientras los trabajadores persisten y laboran -en ambientes adversos- a favor de los derechohabientes", le espetaron en pleno rostro.
Con la obligación de que el IMSS "a su cargo" cumpla la meta de formar reservas por 20 mil millones de pesos sólo durante 2007, los desvaríos de Molinar Horcasitas se multiplican sin cesar. A pesar del convenio adicional para las jubilaciones y pensiones de los trabajadores de base de nuevo ingreso 2005, propuso (en febrero) al Consejo Técnico un aumento de apenas 7 mil millones de pesos para la contratación de médicos y enfermeras durante 2007, cuando sólo el fraudulento "Seguro Popular" del foxismo recibió 26 mil millones de pesos.
Mientras tanto, los servicios se siguen hundiendo: hay un déficit de 14 mil camas y, desde los tiempos de Genaro Borrego, el aparente "equilibrio" que se presume se ha dado a costa de la negación de los servicios y el incumplimiento e insuficiencia en materia de infraestructura.
No obstante lo cual, después de las denuncias presentadas por derechohabientes que viven con VIH-sida, el doctor Santiago Echavarría Zuno -actual director de Prestaciones Médicas, y en los tiempos priístas responsable directo de la unidad a cargo de la agenda institucional con el Banco Mundial- los invitó a participar en el grupo de trabajo que diseñará el programa para atender el mal, después de las imparables quejas por falta de calidad en la atención, desabasto de fármacos y deficiencias en su prescripción.
Y aunque las autoridades del IMSS presumen haber logrado disminuir el precio de los medicamentos de patente (en las unidades médicas de alta especialidad, UMAES) gracias a la firma de 358 contratos multianuales (con Fármacos Especializados, Farmacéuticos Maypo, Laboratorios Abbott, Altana Pharma, AstraZéneca, Aventis Pharma, Boeheringer Ingelheim, GlaxoSmithKlein, Janssen Cilag, Pfizer, Roche, Bristol-Myers, Eli Lilly, Sanofi y Merck, entre otros), también han extendido artificialmente la vigencia de algunas patentes vencidas, gracias a los periodos que establece el formato de esos mismos contratos multianuales: tres años.
Ese es el caso de la gemcitabina -indicada para el cáncer-, que perdió su patente el 28 de febrero de 2006 y el IMSS la sigue comprando -en promedio- a 2 mil 850 pesos, cuando el genérico cuesta 838 pesos. La cefepima -antibiótico de alto espectro- perdió la patente en 2005, pero el IMSS la contrató hasta 2007 -a un precio aproximado de 148 pesos-, aunque hay laboratorios que podrían surtirla en sólo 100 pesos.
Por algo la Comisión Federal de Competencia inició en octubre pasado una "investigación de oficio" contra empresas que venden medicamentos al IMSS, porque "existen indicios de que establecen acuerdos sobre el precio de las medicinas". Lo que se busca, estableció, es "defender la posibilidad de que el IMSS consiga medicinas más baratas".
Y todo ello sin que, por supuesto, las UMAES hayan resuelto el nivel de desabasto, que sigue siendo altísimo. Así, las autoridades del IMSS presumen haber "ahorrado" 2 mil millones de pesos, ¡pero no abastecen!
Pero, eso sí, Molinar firmó de buena gana (2 de febrero) el calderonista "Seguro Popular" petit o cambray (para los recién nacidos), "que no afectará sus finanzas", y participa de la fantástica Estrategia Nacional de Promoción y Prevención para una Mejor Salud lanzada por la Ssa de Calderón y Córdova.
Y como si no fuera suficiente, el Programa de Primer Empleo -a cuatro meses de su "lustrosa" presentación- apenas ha inscrito 3 mil trabajadores.
¡Vaya litis la del politólogo Molinar Horcasitas!
* Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco