Presenta con su compañía el espectáculo Komachi stories en el CNA
La danza posee un poder reivindicador que nos salva de la estupidez: Lola Lince
Ampliar la imagen Lola Lince, directora de la compañía Danza Experimental, durante la entrevista con La Jornada. la bailarina y coreógrafa presenta su propuesta de danza butoh y teatro Noh, este fin de semana, en el Centro Nacional de las Artes Foto: Marco Peláez
La bailarina y coreógrafa Lola Lince, quien este fin de semana presenta el espectáculo Komachi stories, en el Centro Nacional de las Artes (CNA), considera que ''la danza, como todas las artes, tiene un poder reinvindicador y purificador que nos salva de la estupidez y el caos, porque puede generar nuevos valores".
La compañía Danza Experimental de Lola Lince ofrecerá tres funciones en la ciudad de México, de esa obra basada en la vida de la célebre poeta Ono no Komachi, quien vivió en Japón en la segunda mitad del siglo IX.
Para Lola Lince, la mujer es un tema apasionante y constituye una de sus obsesiones creativas.
''En algunas de las producciones anteriores, como Flor de fogatas, exploro este imaginario con sus figuras femeninas; siempre son peregrinajes de la noche hacia el alba, incursiones en las cuales la mujer está alejada de arquetipos y manipulaciones", manifiesta la coreógrafa.
En la producción de Komachi stories se estableció un vínculo con su colega japonesa Natsu Nakajima, que se materializó con la función que la compañía presentó en el contexto del Festival Internacional Cervantino, en Guanajuato, en 2005.
Encuentro entre movimiento y mente
Lola Lince, quien traduce en imágenes el mundo femenino a partir de una pintura o un texto poético, también ha colaborado con otras coreógrafas, como sucedió con la obra Féminas del mundo, en la cual explora la figura de Eva.
''Komachi stories es un punto de reflexión muy interesante en cuanto al cuerpo, porque la esencia más profunda del butoh es ir al rencuentro de tu cuerpo original y, al respecto, se pierden las fronteras entre Oriente y Occidente", explicó la directora de la compañía Danza Experimental.
La danza butoh, abundó, ''es un vehículo de conocimiento para develar lo que está oculto dentro del cuerpo. Brinda la posibilidad del encuentro entre movimiento y mente. Cualquier occidental puede bailar butoh cuando existe la búsqueda de tu propio movimiento, que te revitalice desde dentro".
El butoh proporciona una gama de intenciones en las imágenes que reflejan a la persona humana.
''Dependiendo de los motivos y temas que aborde la obra, se exige al intérprete violentar sus gestos. Hay una gestualidad extrema que se vincula con el expresionismo alemán para valorizar la esencia del hombre.
''El butoh -agregó la coreógrafa- es una cuestión de búsqueda y de compromiso de vida. Puedes encontrar nuevos valores mediante el cuerpo."
Los temas crecen dentro del cuerpo
Lola Lince, quien se formó en Guadalajara con Alex Zybine, se dice convencida de que los temas no se escogen, sino que crecen dentro del cuerpo por azar o casualidad. Entre las obras que ha creado figuran El agua, La tierra, Los gatos lo sabrán, Flor de fogata, La Media Luna, La cajita, Un regalo de Eva y Féminas del mundo.
''Siento que la danza, como todas las artes, tiene un poder reinvindicador y purificador, que nos salva de la estupidez y del caos. Nace de lo inefable y sagrado. Tiene el poder de generar nuevos valores, es como una de las claves para retomar algo que hemos perdido en este proceso de acelere y globalidad".
Lola Lince trabaja en una nueva coreografía que lleva por título Las máscaras de Lilit, figura legendaria de la mitología que representa un demonio nocturno con aspecto de mujer hermosa.
Komachi stories, espectáculo de danza butoh y teatro Noh, se presenta este viernes a las 20 horas; mañana sábado y el domingo a las 18 horas en el Foro Experimental Black Box, de la Escuela Nacional de Danza Clásica y Contemporánea del CNA (avenida Río Churubusco 79, esquina con calzada de Tlalpan, colonia Country Club, estación General Anaya del Metro).