A quienes tienen papeles en regla les facilita la ciudadanía si se incorporan al ejército
Desde la invasión a Irak el gobierno de EU ha naturalizado a 32 mil combatientes
Washington, 25 de julio. Cada año en Estados Unidos se naturalizan más de 700 mil inmigrantes. Pero el gobierno estadunidense de George W. Bush ha otorgado la naturalización a 32 mil inmigrantes que han combatido en la guerra en Irak, tras la invasión del 20 de marzo de 2003.
Con uniformes de la Marina o de la Fuerza Aérea y portando una pequeña bandera de Estados Unidos, un iraquí, un mexicano y un colombiano juran lealtad a la Constitución, obteniendo la ciudadanía de un país en "tiempos de guerra".
El director de los Servicios de Inmigración, Emilio González, los recibió este martes en Washington en una ceremonia de naturalización que cuenta con 25 nuevos ciudadanos de 14 países, la mayoría de ellos soldados.
"En adelante ustedes forman parte del club más exclusivo del mundo. Han aceptado defender los principios del país más grande del planeta desde hace 230 años", les dice este funcionario, él también estadunidense por elección.
Pero cuando se incorporan al ejército, los inmigrantes que están en regla y tienen la green card -la tarjeta de residencia- pueden valerse del privilegio de obtener la ciudadanía más rápidamente, si así lo solicitan, dado que sirven al país "en tiempos de guerra".
Esta disposición acelerada está en vigor para todos los que forman parte del ejército desde los atentados del 11 de septiembre de 2001, que dio pie al gobierno de Bush de emprender la llamada guerra contra el terrorismo internacional que comenzó con la invasión de Afganistán el 6 de octubre de ese mismo año.
Contrariamente a lo que se cree, el ejército tiene un porcentaje un poco superior de minorías que el conjunto de la sociedad estadunidense: 35 contra 33 por ciento. Los hispanos están sub-representados, mientras con los negros ocurre lo contrario.
El ejército, que cuenta con 40 mil inmigrantes, no alista a personas sin papeles, aunque el debate esté sobre la mesa y las tropas en Irak y Afganistán necesiten nuevos reclutas.
El Congreso rechazó recientemente un proyecto de ley de migración, pero la noción de ofrecer la ciudadanía a los soldados rasos sin papeles que llegaron a Estados Unidos antes de cumplir 16 años a menudo se debate entre políticos y militares.
En contraste, New Haven, Connecticut, se convirtió desde ayer en la primera ciudad de Estados Unidos en emitir tarjetas de identificación para inmigrantes indocumentados, en una medida saludada por organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes, y rechazada hoy por unas 250 personas que se congregaron frente a la oficina del alcalde John DeStefano.
Las tarjetas tienen como objetivo brindar acceso a servicios de la ciudad y dan a los indocumentados la posibilidad de abrir cuentas bancarias. Una iniciativa que ha causado impacto en ciudades como Nueva York y San Francisco, cuyas autoridades expresaron interés en emprender programas similares.