Dinero
La Torre de Ye Gon
... y el chino del Bicentenario
Medina Mora: prioridades
Egoteca
Cuando Eduardo Medina Mora -el titular de la PGR- abordó el avión que lo llevó a Washington, tenía un objetivo claro: promover la captura y una extradición express del chino Ye Gon; esperaba reciprocidad de Estados Unidos, a fin de cuentas el gobierno mexicano le ha entregado a todos los presuntos delincuentes que le ha solicitado. Cuando aterrizó, se encontró con la desagradable sorpresa de que la DEA lo había apresado, pero, en vez de extraditarlo, le abriría proceso en su territorio. De regreso a México, la tarea que tiene enfrente el procurador -con el auxilio del secretario de la Función Pública, Germán Martínez Cázares-, se antoja distinta: pareciera que tendrán que cubrir, tapar, a los funcionarios del foxismo y el calderonismo que contribuyeron, apoyaron o se asociaron con el chino. Los principales nodos de la red de complicidades podrían encontrarse en la Secretaría de Salud, en Aduanas, en Relaciones Exteriores, en Gobernación, en Trabajo e, inclusive, en los negocios de los hermanos Bribiesca-Sahagún. El temor es que el chino -protegido por las autoridades estadunidenses- haga un encueradero que acabe de hundir la imagen de los gobiernos panistas, ya bastante maltrecha. ¿Veremos rodar algunas cabezas? De peces gordos, difícilmente, pero alguien deberá ser inmolado ante la opinión pública. Porque el escándalo del chinogate se va a prolongar hasta las fiestas del Bicentenario.
La torre
Jorge Gamboa de Buen ocupó -según datos que aparecen en Internet- la coordinación general de Reordenación Urbana y Vivienda del Departamento del Distrito Federal en tiempos del ex presidente Salinas de Gortari; se le identifica como gente cercana al entonces regente Manuel Camacho Solís. Ahora es presidente del Grupo Danhos, la inmobiliaria que promueve la construcción de la Torre del Bicentenario, en Lomas de Chapultepec, en asociación con Amancio Ortega, dueño de las tiendas Zara, uno de los hombres más ricos de España y huésped de la revista Forbes. No hay argumento válido -excepto en los gustos políticos muy exigentes- para objetar el tránsito de Gamboa de Buen del salinismo a una empresa privada muy favorecida por el gobierno perredista capitalino. En cambio, sí hay, y muchos, contra la construcción de la torre. El principal es que hará imposible la vida de los habitantes de Lomas de Chapultepec, en particular los del barrio de Virreyes, ya de por sí abrumados por el tráfico de vehículos, la polución, la falta de estacionamientos, todo lo cual conspira contra la calidad de su vida. No deja de llamar la atención el apoyo que le están dando al proyecto el jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, y algunos funcionarios de su administración, como el cuestionado secretario de Desarrollo Urbano y Vivienda, Arturo Aispuro, viejo amigo de Gamboa de Buen. No convence a la gente el argumento de que no debe escapar una inversión de 600 millones de dólares, más bien la hace sospechar en un Ye Gon -perdón- en un llegón de material contante y sonante. ¿O hay quién crea que gratuitamente los funcionarios modificarán uso de suelo, reglamentos, leyes, y hasta ordenarán la demolición de un edificio de Vladimir Kaspé, del patrimonio artístico protegido por el INBA, con tal de levantar la torre?
e@Vox Populi
ASUNTO: LA CHARLA DE AL GORE
A propósito de la visita que nos hará Al Gore en la lucha que compartimos contra la contaminación y el calentamiento global, expreso tres observaciones sobre nuestra muy mexicana forma de actuar:
1. La buena: es el apoyo a la toma de conciencia sobre lo grave del problema de la acumulación de los gases de efecto invernadero generados por la comunidad humana, en su irresponsable y desbocada carrera por logros materiales a cualquier costo.
2. La mala: nuestros gobernantes necesitan que se lo digan los extranjeros, ya que nosotros los paisanos no somos escuchados. Llevamos nueve años informando a los gobiernos de todos los niveles del imperativo de promover la producción de biocombustibles sin afectar la de alimentos y así abatir la contaminación de los automotores, evitar el uso del peligroso MTBE en las gasolinas de Pemex y bajar el enorme volumen de gasolinas importadas. Ni caso.
3. La fea: le tendremos que pagar al buen Gore 175 mil dólares por su charla, por cierto ya muy conocida, que desde luego será útil, ¿pero había necesidad? ¡Que sea para bien!
Ing. Ignacio Lazcano Martínez/Querétaro
R: Parte del show es que nuestros políticos y grandes empresarios tienen la debilidad de tomarse la foto con personajes de renombre para su egoteca: ya han traído antes a Bill Clinton, José María Aznar, Lech Walesa, Mikhail Gorbachev. El colmo fue Rudolph Giuliani, que cobró y nunca vino.
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