El dirigente del blanquiazul pide en una carta al venezolano respete la libertad de expresión

Espino insiste en criticar a Chávez; el gobierno de Calderón se deslinda

En nombre de la ODCA, le reprocha que cuestione públicamente a gobiernos y jefes de Estado

CIRO PEREZ

Al tiempo que el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa se deslindó de las declaraciones del presidente del Partido Acción Nacional (PAN), Manuel Espino, en contra del gobierno de Hugo Chávez, el dirigente blanquiazul envió en nombre de la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA) una carta al presidente de la República Bolivariana de Venezuela en la que le hace un llamado a respetar la libertad de expresión y el libre flujo de pensamiento, en relación con la decisión adoptada por el mandatario para expulsar de aquel país a los extranjeros que hablen mal de su administración.

En su reciente visita a Venezuela, el fin de semana pasado, Espino Barrientos dijo que el proyecto de reforma constitucional que Chávez enviará al Parlamento es ''una argucia para mantener la perpetuidad del gobierno actual'', al incluir la relección presidencial sin límite, esto en momentos en que la administración calderonista pretende reanudar contactos diplomáticos formales con el gobierno de Chávez, lo que provocó malestar en Los Pinos.

En la misiva que este miércoles envió Espino Barrientos al presidente venezolano también señala que la ODCA respeta pero no comparte sus declaraciones, y advierte que si bien Chávez critica la injerencia en los asuntos de su país es él mismo quien la genera cuando cuestiona públicamente a gobiernos y jefes de Estado por pensar diferente a él.

Posteriormente, en conferencia de prensa, Espino Barrientos dijo que a pesar de este ''atropello a las libertades de Venezuela'', es plausible que el presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, busque recomponer las relaciones con ese gobierno.

''No tiene nada que ver la opinión de un partido político con las políticas de gobierno, aun cuando éste haya emanado de ese partido político; qué bueno que el presidente Calderón siga insistiendo en acercarse a este país y a otros a través de la vía del diálogo; ojalá que Hugo Chávez actúe de igual forma'', sostuvo.

En esta conferencia de prensa estuvieron presentes también representantes de partidos democratacristianos de Alemania, en la persona del diputado Arnold Vaatz, y de Chile, con Thomas Joselyn Holt, así como Jorge Muragas, encargado de relaciones exteriores del Partido Popular, de España, quienes -al igual que Espino- condenaron reiteradamente las actitudes del presidente venezolano, Hugo Chávez.

Joselyn Holt sostuvo que Augusto Pinochet hacía lo mismo en Chile y que su gobierno tiene muchas similitudes con el de Hugo Chávez. ''Y también tiene una peculiaridad: que terminan peleándose con todos, no sólo al exterior, con otros gobiernos, sino al interior, con la Iglesia, los partidos y al final con quienes lo apoyan; terminan quedándose solos. Venezuela se está quedando sola''.

En otra parte de la conferencia de prensa, el dirigente nacional del partido blanquiazul sostuvo que el avance del movimiento demócrata cristiano en el continente es importante en República Dominicana, Chile, Bolivia, Paraguay, Costa Rica, El Salvador y Aruba, aunque su percepción se contrapone a la visión que por la mañana, ante un grupo de estudiantes de diversos países, hizo Arnold Vaatz, del Partido Unión Demócrata Cristiana en Alemania.

Durante el desayuno privado que compartió con los jóvenes alumnos, les comentó del surgimiento de un partido de izquierda en su país, que ve en Venezuela, Bolivia y Ecuador, entre otras naciones, ''una redireccionalidad'' de la política hacia la izquierda, y llamó a los partidos democratacristianos de Europa a hacer un frente común para evitar que este partido de izquierda, que surge en Alemania, tenga contacto efectivo con gobiernos como el de Cuba, del que esperaría, dijo, apoyo.

En el desayuno, el representante de la delegación española hizo alusión al mismo tema respecto de las izquierdas en Latinoamérica y confió en que las acciones del presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, ''no vayan a lograr intoxicar a otros países''.