Se exhibió ante el mundo con la represión del día 16: líder de la sección 22 del SNTE

Ulises perdió con la Guelaguetza, afirma Ezequiel Rosales Carreño

Con nuestra marcha demostramos que somos un movimiento pacífico, sostiene

Para Gobernación federal, "el caso Oaxaca está cerrado, ¿a quién vamos a recurrir?"

ARTURO CANO

Oaxaca, Oax., 24 de julio. Los perros, los gases, los toletes y los escudos fueron los ingredientes que boicotearon la Guelaguetza. "Nosotros no; finalmente, quien queda evidenciado ante el mundo es el gobernador Ulises Ruiz".

Habla Ezequiel Rosales Carreño, un profesor con 17 años de servicio, a quien le ha tocado bailar con la más fea, o las más horribles, para ser exactos.

El pasado lunes, fue actor central en la decisión del Comité Ejecutivo de la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), de hacer una marcha que no llegara hasta el cerro del Fortín, donde se celebraba la Guelaguetza organizada por el gobierno estatal.

Como secretario de Organización, a Rosales le correspondió sustituir al huido dirigente Enrique Rueda, hace unos meses, y en días recientes afrontar los peligros de un nuevo choque con el gobierno de Ulises Ruiz, eufemismo con que se denomina las golpizas que ya son "normalidad" en la "muy normal" Oaxaca de estos tiempos.

Antes de llegar a la dirección de la sección 22, era profesor en la zona mixteca, en una escuela de 48 alumnos, pues en su pueblo la migración es la norma (ahora hay dos maestros y en los años 80 eran 13). Su formación política, así, tiene que ver con el Frente Indígena de Organizaciones Binacionales, el grupo de los oaxacalifornianos por antonomasia. Rosales sigue al frente de la sección 22 porque el Comité Ejecutivo Nacional del SNTE, encabezado por Elba Esther Gordillo, no ha emitido la convocatoria para la renovación del cuerpo directivo seccional, pese a que su periodo estatutario venció en marzo pasado.

Enseguida se presentan extractos de una entrevista que el dirigente concedió a este diario.

-¿Qué ganó Ulises Ruiz Ortiz con la Guelaguetza?

-El perdió, porque se exhibió ante el mundo con la represión del 16 de julio. Para nosotros la marcha pacífica fue un triunfo, porque demostramos nuevamente que somos un movimiento pacífico, con capacidad de convocatoria y con madurez política.

-Al finalizar la marcha solicitaron la instalación de una mesa de diálogo con la Secretaría de Gobernación federal, pero de inmediato les dijeron que no.

-Así fue, insistieron en que el caso Oaxaca está cerrado y es local. La pregunta es: ¿a quién vamos a recurrir?

-Ustedes decidieron suspender la asamblea estatal del magisterio, lo que propició que les lanzaran acusaciones de traición desde la misma Asamblea Popular de Pueblos de Oaxaca (APPO).

-Ponemos por delante las coincidencias: que se vaya Ulises Ruiz y se solucione nuestro pliego político, que incluye la libertad de los presos, la cancelación de órdenes de aprehensión, la entrega de las escuelas tomadas por los priístas y la sección 59 creada por Elba Esther Gordillo, pero sabemos que hay grupos que nos reprochan no haber aceptado marchar hasta el cerro del Fortín.

"Desde el 16 de julio les dijimos que ir hasta allá era un suicidio.

-¿Por qué suicidio?

-A lo largo de 27 años, el magisterio ha aprendido a movilizarse. Hemos estado a medio metro de los granaderos y jamás hemos chocado. Por ello, como dirección, no vamos a permitir que se creen situaciones que pongan en riesgo la integridad física de nuestros compañeros.

-¿La APPO manda y el magisterio acata?

-Sucedió en un tiempo. Pero, insisto, ponemos por delante nuestras coincidencias, queremos la salida de Ruiz, un mejor futuro para nuestros hijos, democracia en nuestro estado. El problema es que hemos enfrentado la relación con organizaciones que, sin base social, quieren montarse en la fuerza del magisterio. Ahora, el magisterio ha retomado el timón, como debe ser, porque somos el grupo que le pone los números a las manifestaciones.

-¿Ulises Ruiz dialoga con ustedes, como lo declara?

-Dice eso para dividir al movimiento: que diga con quién, que le ponga nombres.

-Sus detractores dicen que usted tiene cuentas pendientes con la justicia y por eso lo tienen agarrado desde el gobierno de Ulises.

-Tuve un accidente de tránsito cuyos saldos han sido ventilados en los medios, pero que terminó.

-Dicen que lo amarran porque debe una muerte.

-La persona que se salió del camino y chocó contra mi vehículo murió, lamentablemente, pero es un asunto que se resolvió conforme a la ley.

-Lo acusan de actuar como Enrique Rueda (el anterior dirigente sindical).

-Yo he dado la cara, y la sigo dando. Tengo la fuerza, la cobertura y el aval de las bases. Mis detractores quieren que no cumplamos uno de nuestros principios rectores: que los acuerdos de las bases se cumplen pese a quien le pese. Ellos quieren que este movimiento favorezca su agenda electoral, porque a pesar de haber sido siempre antielectorales, ellos ahora tienen candidatos y creen que pueden replicar el boicot de 2006 contra el Partido Revolucionario Institucional y contra Acción Nacional.

-¿Cómo buscan hacerlo?

-Pues creando un clima de tensión. Haciendo víctimas. Es una apuesta equivocada. Pero creen que teniendo heridos y presos pueden lograr algo. Nosotros pensamos que no necesitamos mártires. Necesitamos gente libre y con vida, porque las victorias son de los vivos, ¿o no?