Astillero
Infiltrados
Fiestas políticas simuladas
Oaxaca: disputas internas
PRD: el jefe Chucho
En términos estrictamente prácticos, ayer ganó Ulises Ruiz Ortiz (URO), pues logró celebrar la Guelaguetza oficial, así fuera mediante acarreo masivo de burócratas (más la presencia de ciudadanos que apoyan genuinamente al gobierno estatal) y un blindaje armado cuya desproporción da cuenta de la fuerza y popularidad reales del impugnado mandatario oaxaqueño. El desahogo de la fiesta militarizada que había estado bajo amenaza de boicot servirá al gobernador sitiado para desplegar artes propagandísticas y continuar con la simulación de que en aquella entidad la prolongada crisis está bajo control y en ruta de solución.
Los opositores a la ceremonia folclórica comercializada optaron por un repliegue táctico en función de los desbordados apetitos sanguinarios del Nerón sureño y tomando como triunfo la exhibición en exceso de recursos y ánimos represivos. El movimiento contrario a Ulises Ruiz mostró prudencia e inteligencia al evitar la colisión que habría servido de maravilla a los mandatarios federal y estatal para desplegar peores estrategias de miedo y represión sociales.
Pero no fueron esas virtudes analíticas la causa única de la tregua, pues también fue determinante la sorda confrontación que mantienen los dirigentes de las dos ramas esenciales de ese movimiento: el sindicalismo magisterial de la sección 22, constantemente tentado, en esos niveles de liderazgo estatal, a la claudicación por emisarios de Calderón, Ulises y Elba Esther Gordillo (se habla inclusive de acuerdos específicos hechos por dirigentes de la 22 con URO), y la APPO, que vive entre presiones de radicales e infiltrados y la persistencia del grueso militante que sigue en lucha a pesar de los cada vez mayores riesgos de violencia gubernamental impune.
No es el oaxaqueño el único ámbito en el que se desarrollan con cierto éxito los virus de la división, el oportunismo, la infiltración y el desánimo inducido. La confirmación de los resultados oficiales de las deplorables elecciones perredistas de delegados a un próximo congreso nacional han mostrado una gran ventaja numérica en favor de la corriente que encabeza Jesús Ortega. Esa es una excelente noticia para el calderonismo, porque Los Chuchos representan una gran oportunidad para que el PRD se desintegre o, en caso de que el pragmatismo haga que se mantengan unidos los diferentes grupos en busca de porciones de próximos botines electorales, imponga una línea de colaboracionismo abierto con la administración de Los Pinos, a tono con el anhelado perfil de ''izquierda moderna y civilizada'' que el felipismo promueve en espera de reconocimiento fáctico al estilo del que el panismo del jefe Diego otorgó en su momento a Carlos Salinas. El poderío numérico del jefe Chucho enfrentará la pretensión del lopezobradorismo de que Alejandro Encinas sea el próximo presidente nacional del sol azteca, pero también podrá establecer nuevos rumbos (correcciones y reformulaciones, han anunciado desde ya los directivos de Nueva Izquierda) a lo que quede de ese partido. En cualquiera de los casos, acomodando al perredismo a los proyectos de Los Pinos, o provocando una división que lleve a AMLO a crear otro partido, el gran ganador será el calderonismo que, al igual que en la Guelaguetza ulisista, pretenderá continuar gobernando, mediante propaganda y fuerza armada, países o estados de ilusión.
Astillas
En España sigue el escándalo provocado por el secuestro de la edición de El jueves, revista satírica semanal que en su portada había incluido una caricatura en la que personajes identificables como el príncipe Felipe y su esposa, Leticia Ortiz, están en plena relación sexual, bajo el título ''2 mil 500 euros por niño'', que es el monto de la ayuda económica que el gobierno ''socialista'' español ofrece a quienes ayuden a levantar la tasa de natalidad del país. En la caricatura judicialmente censurada, el presunto príncipe Felipe dice: ''¿Te das cuenta? Si te quedas preñada... ¡esto va a ser lo más parecido a trabajar que he hecho en mi vida!'' El celo oficial en resguardar de críticas periodísticas, e inclusive pitorreos, a quienes viven desahogadamente de los impuestos ciudadanos (de manera parasitaria y frívola, en casos de la ''realeza''), ha producido un intenso debate acerca de los límites que el periodismo debe respetar en materia de intimidades de personas de vida pública. Pero, más allá de tan sesudo debate, la realidad internética se ha impuesto, pues la portada prohibida ha sido vista en la red muchísimo más de lo que habría sucedido en su transcurso normal. La carátula puede ser vista en muchísimos sitios, como: http://www.elmundo.es/elmundo/2007/07/20/espana/1184937587.html. A ver cuándo a los neofranquistas mexicanos se les ocurre algo parecido...
Por cierto, a unos días de la reciente visita a México del presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, en una bolsa de trabajo por Internet ha salido el siguiente anuncio: ''Hildebrando, una de las consultorías de sistemas más importantes de México, ofrece oportunidad única de desarrollarse mínimo un año en España a profesionales (analista programador) en Java. Sueldo competitivo. Apoyo económico en euros''...
Los Pronósticos Deportivos siguen generando confusión y suspicacias. Ahora resulta que al final de la portada de su página de Internet (www.pronosticos.gob.mx) se ha inscrito la muy confiable y precisa advertencia de que ''Si hubiera alguna diferencia entre los resultados aquí publicados y los oficiales, estos últimos prevalecerán''. Tan linda manera de jugar a ''¿dónde quedó la bolita?'' (la científica leyenda también va debajo de los resultados del Melate, publicados en diarios) ha hecho que Marcos A. Flores se pregunte: ''¿Cómo podemos saber los mortales que nuestro boleto tiene o no premio de acuerdo con los resultados oficiales que, parece ser, sólo en Pronósticos conocen? Y, ¿si mi boleto no tiene premio de acuerdo al periódico y sí tiene premio de acuerdo con los resultados oficiales? Nunca lo voy a cobrar. Esto no huele bien''... ¡Hasta mañana!
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