Empresarios del sector admiten que apuestan a la producción de biocombustibles
En los hechos, ya ocurrió la apertura total del mercado del azúcar: IP
El sindicato de esa industria rechaza cambiar sistema de jubilaciones por bono de marcha
La apertura total del mercado del azúcar en el contexto del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), prevista para 2008, ya ocurrió en los hechos, afirmó Juan Cortina Gallardo, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Azucarera, frente a lo cual el sindicato del sector sostiene que tan sólo 10 por ciento de la planta industrial ha sido modernizada.
Ante ese rezago, los empresarios azucareros confían en que serán competitivos y le apuestan a una modernización que incluya la producción de biocombustibles.
"Ya estamos viviendo en un mercado común con Estados Unidos por la medida que tomó la Secretaría de Economía de bajar aranceles, hace un mes; entonces, el mercado común ya se inició", expresó Cortina Gallardo.
Agregó que México "no va a tener ningún tipo de presión" de Estados Unidos, porque el TLCAN tiene reglas "claras".
A su vez, el secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Industria Azucarera y Similares de la República Mexicana, Enrique Ramos Rodríguez, informó que, pese a las limitaciones señaladas, en la zafra 2006-2007 se obtuvo una producción de 5 millones 313 mil 472 toneladas de azúcar, "lo que no sólo asegura el consumo del mercado interno, sino que también se podrá exportar hacia el mercado estadunidense alrededor de 200 mil toneladas".
Del total de la producción, añadió Cortina Gallardo -propietario del Grupo Azucarero Mexicano, que posee cuatro ingenios-, 80 por ciento proviene de los ingenios privados y el resto de los operados por el gobierno.
El consumo interno se estima en alrededor de 4.8 millones de toneladas de azúcar, y de la producción se destinan 300 mil toneladas al Programa de Importación Temporal para Producir Artículos de Exportación, mientras el resto podría venderse a Estados Unidos, afirmó.
Así, se adelantó la apertura comercial, luego de una transición conflictiva en la materia a causa de la firma de las cartas paralelas entre los ex secretarios de Comercio de México Jaime Serra Puche y de Estados Unidos Mickey Kantor, que incluyeron a la fructosa en el mercado, con lo cual se alteró el espíritu original del TLCAN, que establecía que a partir
del séptimo año de entrada en vigor del acuerdo -es decir, en 2001-, México podría exportar sus excedentes al país vecino, lo cual no ocurrió, agregó.
Ante este escenario comercial, el presidente de dicha cámara sostiene que este organismo está preparándose en cuatro ejes para enfrentar la competencia con el país vecino: conjuntamente con la Secretaría de Trabajo está buscando un acuerdo con el sector obrero, así como un nuevo contrato de ley y un sistema de pensiones "más moderno".
Asimismo, por medio del Programa Nacional de la Agroindustria de la Caña de Azúcar, en la Secretaría de Agricultura está negociando con el sector cañero con el fin de hacer lo necesario para ser más competitivos y crear relaciones más claras con los productores del campo, abundó.
También está realizando trabajos con los industriales estadunidenses para diseñar una propuesta de manejo "ordenado" del mercado común para ambos países, y está abordando el tema la diversificación, pues "hoy día no se puede concebir una industria azucarera moderna que no contemple la generación de etanol".
Restructurar la industria
A su vez, Ramos Rodríguez indicó acerca de las negociaciones con la cámara para la modernización del contrato ley que rige las relaciones laborales del sector, que no se trata sólo de "arrancarle" hojas al documento, sino que los cambios a éste deben ser parte de una restructuración de la industria azucarera.
El dirigente sindical rechazó nuevamente la idea de cambiar el sistema de jubilaciones por el denominado bono
de marcha, y aseveró que la propuesta del gremio es crear un fondo que tenga como base 150 millones de pesos para cubrir las prestaciones y salarios de cerca de 3 mil trabajadores azucareros que se encuentran en condición de jubilarse.
Según el dirigente, cada año los industriales de sector deberán depositar en dicho fondo otra cantidad similar para mantener seguros los ingresos de los jubilados.