Llama la atención a científicos de la NASAla altura de las plantas en la cima del volcán
Estudian el Pico de Orizaba para sembrar árboles en Marte
Buscarán reproducir en el planeta un efecto semejante al invernadero para que se caliente la superficie y se libere oxígeno
El proyecto podría comenzar en unos 65 años: expertos
Ampliar la imagen El Pico de Orizaba, cuyas características han atraído a científicos de la NASA Foto: Jesús Villaseca
Científicos están usando las laderas de un volcán inactivo en México como área de prueba para ver si los árboles podrían crecer en Marte, como parte de un proyecto para ver si es posible hacer habitable para los humanos, algún día, el desolado planeta rojo.
Los científicos de la NASA y de universidades de México creen que si pueden calentar Marte usando gases que acumulan el calor y aumentar la presión del aire para dar inicio a la fotosíntesis, podrían crear una atmósfera que permita la vida de criaturas que respiran oxígeno.
Hacer que crezcan árboles en Marte sería crucial, y los investigadores han llegado a las laderas cubiertas de pinos del Pico de Orizaba, un volcán dormido en el sur de México, que es la montaña más alta del país, para ver árboles que crecen a mayor altura que en ninguna otra parte del mundo.
“Aunque esto parezca como ciencia ficción, lo estamos considerando en forma muy seria, pensamos que es factible”, dijo el profesor Rafael Navarro-González, quien ha pasado nueve años estudiando los pinares del Pico de Orizaba.
“Tenemos experiencia calentando nuestro planeta con gases invernadero, pero en Marte lo podemos hacer de manera más eficiente, con gases más poderosos”, añadió desde su laboratorio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La primera misión tripulada a Marte está programada para dentor de 10 a 15 años y, según el científico Chris McKay de la NASA, el proceso de calentamiento y adaptación del planeta a la vida humana podría comenzar 50 años después de eso, y sólo luego de que sean resueltos algunos temas éticos.
“Es jugar al jardinero, más que jugar a Dios, pero las preguntas éticas son importantes”, dijo McKay.
Los científicos creen que si inyectan suficientes gases acumuladores de calor, como el metano y el óxido nitroso, pueden calentar Marte hasta alrededor de los cinco grados Celsius, desde los actuales 55 grados Celsius bajo cero.
A esa temperatura crecen los árboles a altitudes de 4 mil 200 metros en las laderas del volcán mexicano.
Sembrar árboles en Marte, en lugar de confiar sólo en plantas simples como algas o líquenes, abriría la puerta a que algún día los humanos respiren aire marciano.
Los científicos están estudiando qué hace que los árboles no crezcan más allá de cierta altitud, temperatura y densidad del aire, para ver cómo podrían crecer en Marte.
“Las cosas no comienzan a cocinarse en serio desde un punto de vista biológico hasta que los árboles empiezan a crecer. Los árboles son los motores de la biosfera”, dijo McKay.
En una conversación telefónica desde un centro de la NASA en California, Estados Unidos, el científico comentó que “es posible que haya árboles en Marte en 100 años, pero primero tenemos que entender qué determina el límite de la vegetación arbórea en la Tierra”.
La obsesión marciana
Los humanos han estado obsesionados por años con encontrar vida en Marte, pese a su superficie rocosa e inerte, la poderosa radiación ultravioleta que lo baña y su atmósfera enrarecida y cargada de dióxido de carbono.
Los investigadores creen que Marte tiene hielo en sus casquetes polares que puede derretirse para formar mares, y que su subsuelo contiene los elementos básicos para la vida.
Y aunque ninguno de ellos vivirá lo suficiente para ver el fruto de su trabajo, los científicos que trabajan en el Pico de Orizaba creen que debe ser bastante simple bombear gases de invernadero en la atmósfera marciana, introducir bacterias y microrganismos para iniciar la fotosíntesis y finalmente enviar semillas de árboles en una misión tripulada.
“No conocemos nada que lo impida. Aun hay mucha incertidumbre, pero nada que nos obligue a parar”, dijo McKay. Sin embargo, el proyecto sería detenido en caso de encontrarse vida en el planeta.
“La idea es explorar la posibilidad de colonizar Marte en un futuro. Si hay vida en Marte no tenemos derecho a destruirla, pero si encontramos que es un planeta estéril actualmente, aunque pudo haber tenido vida en el pasado, tenemos la posibilidad de colonizarlo”, dijo Navarro-González.
En el largo plazo, las condiciones de Marte podrían causar cambios en los humanos, quienes podrían empezar a desarrollar estaturas alarmantes a causa de la baja gravedad, mientras que la radiación cósmica podría causar mutaciones y cáncer.
McKay descartó que durante los próximos 100 años haya algo más en Marte que bases de investigación de corta duración.