Usted está aquí: viernes 20 de julio de 2007 Sociedad y Justicia Lucho contra toda discriminación: Vladimir Luxuria

Lucho contra toda discriminación: Vladimir Luxuria

Es un problema tener un nombre masculino con una imagen femenina, dice la diputada italiana

MATTEO DEAN ESPECIAL PARA LA JORNADA

Ampliar la imagen Vladimir Luxuria Vladimir Luxuria Foto: Marco Peláez

"Me llamo Vladimir Luxuria. Creo que lo que me caracteriza es el hecho que hoy día soy la única diputada transgénero en el mundo". Así comienza la entrevista con la legisladora italiana del Partido de la Refundación Comunista (PRC) y actriz, quien está en México para participar en el encuentro internacional Diversidad, sexualidad y familia, organizado por el Partido de la Revolución Democrática en las instalaciones de San Lázaro. Invitada por el diputado perredista David Sánchez Camacho, Luxuria participará en el encuentro con una ponencia acerca de la actual coyuntura en torno al tema de la uniones civiles en Italia.

-¿Qué significa ser transgénero?

-No considero las palabras homosexual o transexual como una ofensa. Pero así como el movimiento comenzó a hablar de gay, de la misma forma creo que nuestro movimiento prefiere hablar de transgénero. Transexual tiene una connotación muy fuerte, en cambio transgénero indica, por el contrario, que una persona transita entre los géneros, entre lo masculino y lo femenino, lo cual nos da una dimensión más amplia de nuestra realidad. Una transexual no agota su componente femenina sólo con el sexo. Nuestra visión tiene que ver con un modo particular de ver al mundo, una cierta sensibilidad.

Vladimir Luxuria es el nombre artístico de Wladimiro Guadagno, quien nació en 1965 en Foggia, pequeña ciudad del sur de Italia. Desde muy joven decidió revelar su preferencia sexual en un contexto difícil, como lo era el del sur de Italia a finales de los años 80. Debido a esto y a que optó por estudiar la carrera de literatura extranjera, se mudó a Roma en 1985, donde comenzó su carrera artística y su activismo por los derechos de género y transgénero.

-¿Fue activista?

-He militado en una importante asociación lésbico, gay, bisexual y transgénero y -agrega sonriendo- si hay otro sexo, añádelo. Organicé la primera actividad de orgullo gay en Italia, en 1994, y me he involucrado también en las actividades por el Día Mundial de Lucha en Contra del Sida, además de la lucha en contra del racismo, en fin, siempre he sido activista. Pero nunca había pensado convertirme en diputada.

-¿Por qué el activismo?

-Debido a que pasé por un periodo difícil. Vi a mucha gente como yo que no pudo, que fue vencida. Yo quise luchar y aprovechar mi carácter fuerte. Siempre he pensado que puedo tratar de ayudar a quienes no tienen la fuerza para pelear. Vivía en una ciudad del sur, en donde ser lo que soy no fue fácil. Hoy, regresar a Foggia no deja de sorprenderme, pues se ha convertido en una ciudad muy diferente.

El actual gobernador de Puglia, región en la que se encuentra Foggia, es Nichi Vendola, gay declarado. Vladimir confiesa que el acercamiento al PRC se dio cuando apoyó la candidatura de Vendola. "Fue revolucionario para Puglia votar por un gobernador gay, porque lo eligieron no por ser gay sino por capaz". Acercarse al PRC llevó a Vladimir a ser considerada para una candidatura parlamentaria en las elecciones de 2006.

-¿Aceptó esta propuesta inmediatamente?

-No. De hecho, lo pensé mucho. Soy una persona que no puede hacer las cosas a medias. Sabía lo que significaba, iba a entrar en una tempestad mediática. Temía que los políticos importantes pudieran aplastarme. Pero he descubierto que si hablas con el corazón, si realmente dices lo que piensas y expresas lo que crees, quedas bien.

-¿Qué significó llevar el tema transgénero al Parlamento italiano?

-Creo que hablar de transgénero no es unívoco. No hay temas separados. Claro, si hablo de los transgénero, me refiero también a la discriminación para encontrar trabajo; a que es un problema tener un nombre masculino en el documento de identificación y al mismo tiempo tener una imagen femenina. Pero creo que hablar de transgénero significa también referirse al asunto de la relación entre interioridad y exterioridad, y ese es un tema más amplio. Es hablar de la relación entre alma y cuerpo, es mencionar el tema de la migración, del trabajo. Me he dado cuenta que cuando alguien te escucha, siempre encuentra algo en lo cual reconocerse, y como siempre, el conocimiento es la mejor forma de acercar las catego-rías sociales en lugar de alejarlas. No estoy en el Parlamento para defender sólo la causa de los transgénero, sino para luchar contra todo tipo de discriminación. Soy una transgénero que hace política.

-¿Por qué el transgénero está con la izquierda?

-No soy sólo una transgénero. Soy una persona que piensa, y siempre estuve a la izquierda. No necesitaba este puesto para ser famosa, tengo mi carrera artística. Pero acepté porque la propuesta provino desde el PRC.

Vladimir en su larga trayectoria ha escrito libros, muchos artículos de opinión, ha actuado en películas de denuncia y actualmente se dedica mucho al teatro.

-¿Cómo se concilia la carrera política con la inspiración artística?

-No hay conflicto. Mi experiencia teatral me enseñó mucho para la política. Saber comunicar es un problema muy grande en política. No es suficiente creer en algo, hay que saberlo comunicar, más aún en nuestra sociedad. Así que creo mucho en el arte comprometido: una obra de teatro, a veces, dice 10 veces más que unos comicios políticos.

Vladimir hizo distintas obras de denuncia, como fue el caso de la dedicada a Silvia Baraldini, activista italiana condenada injustamente a 43 años de cárcel en Estados Unidos (actualmente extraditada a Italia para cumplir su pena en su país).

"Con esa obra se denunció algo que hoy conocemos a través de las experiencias de Guantánamo y Abu Ghraib, pero que escuchando la voz de Silvia Baraldini se entiende que siempre existió", explica Vladimir.

-En la ciudad de México recientemente se aprobó la Ley de Sociedades de Convivencia. ¿Cómo sigue el debate en Italia?

-Hubo hasta ahora tres propuestas. Pero en el Senado tenemos (el PRC está actualmente apoyando el gobierno nacional, NDR) una mayoría muy reducida. Por eso,ahora estamos discutiendo una propuesta de la izquierda moderada que retomó y transformó una propuesta de la derecha. Es por eso que esperamos poder convencer a algún senador de la derecha para que se apruebe esta nueva propuesta, denominada CUS (contratos de unión solidaria, NDR), que personalmente me gusta.

-La sociedad italiana, ¿cómo está reaccionando?

-Yo creo que la sociedad italiana está lista para una ley de esta naturaleza. Lo demostró el hecho que el último Gay Pride (el pasado 16 de junio, NDR) tuvo una muy importante participación a pesar de los escasos medios con los cuales se organizó. La gente entendió que una ley que reconozca las uniones civiles no es una amenaza para la familia, sino que es simplemente para dar garantías a las personas que viven juntas, homosexuales o heterosexuales, con derechos y deberes.

Vladimir reflexiona un momento y analiza las razones de la oposición a la ley que ella y el gobierno italiano promueven. "Creo que hay dos elementos: el primero es el atraso mental de algunos integrantes del Parlamento que no nos soportan, nos creen enfermos. Y entonces utilizan argumentos sofisticados que en realidad esconden una fuerte homofobia. La segunda es la injerencia del Vaticano. Es una influencia abierta, declarada. Se dijo claramente que un diputado católico no puede votar una ley como la que proponemos".

La influencia que la Iglesia católica tiene en la política italiana enciende los ánimos de Vladimir Luxuria, que explica: "Un diputado debe respetar nuestra Constitución. El artículo siete explicita que Italia es un Estado laico. Por eso una persona puede considerarse católica y votar en favor de la ley de uniones civiles. Luego podrá no aprovecharla, pero tenemos que ofrecer a todos la posibilidad de gozar de derechos y deberes, independientemente de lo que uno crea". Vladimir insiste: "Sería de nuestra parte una injerencia querer ir a casarnos en la Basílica de San Pedro, como si quisiéramos entrar en el matrimonio religioso. Pero nosotros queremos la solución Zapatero, el matrimonio abierto para todos, y ese es mi objetivo final, no sólo las uniones civiles".

-¿Cuál es su opinión de la situación en México?

-Creo que en México se ha hecho un trabajo muy serio acerca del tema de los derechos civiles. Es la demostración de que también en un país extremadamente católico, como México, no es incompatible una ley que reconoce el afecto y el proyecto de vida de dos personas. Creo que América Latina está despertando bajo este perfil, en Brasil, Argentina, la Bolivia de Evo Morales.

Y añade: "Me gustó mucho la atención que la otra campaña dio al tema. Un movimiento que habla de los derechos de los sin tierra y que entiende que sin tierra son también las personas que no tienen derecho a la vida. Creo que es una señal muy importante y he apreciado mucho que el subcomandante Marcos haya visitado las comunidades gay".

-¿Mantendrá una relación con México y América Latina?

-Me gustaría mucho organizar en Italia una conferencia internacional e invitar a representantes de este continente, porque somos países muy cercanos, también en el ámbito cultural. Haber aprobado la Ley de Sociedades de Convivencia creo que es también una pequeña revancha hacia todos los abusos que la cultura católica ha hecho en estas tierras desde la conquista hasta la fecha.

Vladimir Luxuria se despide, y apenada por no estar maquillada, se ofrece al ojo indiscreto de la cámara fotográfica. Mientras ésta retrata la figura de la diputada italiana, Vladimir lanza su última flecha: "Soy la única que representa a quienes transitan de un sexo a otro, pero los que transitan de un partido a otro son demasiados".

 
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