"No se excluyen" bombardeos en territorio paquistaní: la Casa Blanca
Atentados en Pakistán dejan 55 muertos; sigue la violencia por el ataque a la Mezquita Roja
Islamabad, 19 de julio. Al menos 55 personas murieron hoy en Pakistán en tres atentados suicidas perpetrados en el sexto día consecutivo de violencia que han dejado unas 200 víctimas mortales, luego que militantes islamitas juraron vengar a sus compañeros muertos en el asalto del ejército a la Mezquita Roja de Islamabad el pasado día 10.
La Casa Blanca, que en los últimos días acusó a Pakistán, su aliado en la "guerra contra el terrorismo", de haber dejado a los talibanes y a Al Qaeda reconstituir sus fuerzas en las zonas tribales fronterizas de ese país, dijo hoy que no excluye ataques aéreos en territorio paquistaní.
El ataque más mortífero ocurrió en Hub, en la sureña provincia de Baluchistán, por un suicida que estrelló un automóvil cargado de explosivos contra un convoy de policías que escoltaba a siete trabajadores chinos.
Aunque el coche no alcanzó al vehículo que transportaba a los ciudadanos chinos, estalló en medio de una estación de autobuses y mató a 30 personas, entre ellas ocho policías, y causó heridas a 27.
Antes, un atentado suicida con coche bomba contra un centro de entrenamiento policial en Hangu, en la provincia Frontera Noroeste, provocó ocho muertos, incluido un policía, así como 29 heridos, según medios locales, si bien la policía sólo reportó cinco víctimas mortales, entre ellas un niño.
En la misma provincia, otro ataque suicida, ya en la noche, cobró la vida de 17 personas y 19 resutron lesionadas en una mezquita dentro de una base militar en la ciudad de Kohat.
El vocero del Ministerio del Interior, Javed Cheema, consideró que "esta ola de atentados suicidas está destinada a sumir al país en el caos y a provocar motines".
Estos ataques fueron perpetrados después que líderes fundamentalistas paquistaníes, así como el número dos de Al Qaeda, Ayman Zawahiri, clamaron venganza por el asalto a la Mezquita Roja en el que murieron al menos 75 islamitas. En respuesta, el presidente Pervez Musharraf declaró ayer una "guerra frontal" contra los extremistas musulmanes.