Usted está aquí: viernes 20 de julio de 2007 Política Necesario, empezar ya la siembra experimental del maíz transgénico

Se requieren de 4 a 5 años para tener resultados científicos, afirma investigador

Necesario, empezar ya la siembra experimental del maíz transgénico

Mantener la moratoria implica seguir perdiendo recursos por importación del grano, dice

MATILDE PEREZ U.

México debe dar ya el primer paso para la siembra experimental del maíz transgénico y con ello resolver todas las dudas y las preguntas que han estado presentes desde 1998, dijo el investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México y director técnico de Agro Bio, José Luis Solleiro. Mantener la moratoria es seguir perdiendo recursos económicos por las importaciones del grano y persistir en marginar a los productores de su legítimo derecho de acceder a tecnologías novedosas, agregó.

Los experimentos, que deberán cubrir los señalamientos de la ley de bioseguridad, darían certeza y se tendrían respuestas para que la autoridad tome las decisiones que correspondan. Y aunque la ley establece que, a partir de su aprobación, en seis meses estaría el reglamento para iniciar los experimentos, han pasado dos años y cuatro meses y se sigue diciendo "en un par de semanas", añadió en comentarios por vía telefónica.

Es muy aventurado afirmar que en septiembre comenzarán las siembras experimentales, aún no hay una fecha determinada por la autoridad, pero sí es necesario llevar a cabo el proceso para cada una de las semillas bajo condiciones extremas de bioseguridad, pero no se necesitan de cuatro a cinco años para tener resultados científicos, eso puede obtenerse en dos ciclos agrícolas continuos.

Se requiere la experimentación, insistió, para probar la innovación tecnológica, evaluar el impacto socioeconómico y ambiental y comprobar si hay una mejora en la productividad del grano, sobre todo considerando que México importa 10 millones de toneladas de maíz, y que en 2008 ya no habrá aranceles para las importaciones y los productores se enfrentarán a condiciones de mayor competencia.

La idea es tener un marco comparativo, con una visión integral e información fidedigna validada científicamente, pero en este "estado de inacción es imposible tomar decisiones". La realidad es el déficit en la producción de maíz, que el rendimiento promedio del grano es de 2.8 toneladas por hectárea, que la agricultura está descapitalizada, el campo es poco atractivo y por ello aumenta la migración, abundó.

A la propuesta de científicos del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias e integrantes de organizaciones de productores y ambientalistas, de que con las tecnologías tradicionales sí se logrará elevar la producción del grano, Solleiro asentó que deben probarse las diferentes alternativas, incluyendo las semillas genéticamente modificadas. "Probemos y hagamos una tabla comparativa para decidir la tecnología que más convenga a los productores y al país".

Al respecto, Carlos Salazar Arriaga, secretario de la Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz de México de la Confederación Nacional Campesina (CNPAMM-CNC), dijo que aunque los agricultores de Sonora, Sinaloa, Tamaulipas y Chihuahua insisten en que se inicien las siembras experimentales de maíz transgénico, la organización "no presiona ni cabildea con la autoridad para ello".

No descartó la posibilidad de un riesgo de contaminación de los maíces criollos con variedades transgénicas, como ya sucedió en Oaxaca, pero consideró que es mejor iniciar, bajo medidas de bioseguridad, las siembras experimentales que el ingreso del maíz transgénico importado de Estados Unidos y que ya se cultiva en algunas regiones del país.

La propuesta de siembras experimentales se llevan a cabo en algunas regiones del norte del país, "no en todas porque allí también hay semillas criollas que deben protegerse y conservarse, como es el caso del maíz gigante en Jala, Tamaulipas, por ejemplo", abundó.

Del convenio entre CNPAMM y Monsanto para la creación de bancos de germoplasma, aseguró que no hay ningún riesgo de "apropiación" por la transnacional para su uso comercial, ya que hay un apartado que limita el uso de las semillas sólo a las comunidades que se integren al proyecto de establecer dichos bancos in situ.

"Hasta la fecha ya se tiene un mapeo de las localidades en donde podrán establecerse dichos bancos y han contabilizado 53 razas, pero esta es sólo una etapa, ya que también se contempla lograr la denominación de origen para las variedades de maíz, empezando por el azul, que se siembra en Tlaxcala, estado de México y Puebla".

 
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