La producción en Dolores Hidalgo se desploma 50%
Alfareros de Guanajuato, en crisis por competencia china
Ampliar la imagen La eliminación de las cuotas compensatorias a la cerámica proveniente de China ha provocado una caída de 50 por ciento en la principal actividad de Dolores Hidalgo Foto: Martín Diego Rodríguez
Dolores Hidalgo, Gto., 15 de julio. La eliminación de cuotas compensatorias a cerámica originaria de China provocó que la actividad de los artesanos de Dolores Hidalgo cayera hasta en 50 por ciento, pues no pueden competir con los costos de producción de artículos orientales.
Esta cerámica, columna vertebral de la economía local, se elabora con una técnica especial de alfarería y con pintura que no contiene plomo. Según cronistas de la ciudad, Miguel Hidalgo la introdujo como una de las actividades económicas que promovió durante su estancia en el poblado, antes de abanderar la independencia de México.
La Secretaría de Desarrollo Económico estatal calcula que 80 por ciento de la población se dedica a producir, vender o distribuir cerámica de Dolores, mientras que 20 por ciento trabaja en el turismo o en el comercio.
Los 600 talleres ubicados en esta ciudad carecen de apoyo gubernamental. Por lo pronto, la asociación de artesanos locales solicitó al Congreso de la Unión que aplique de nuevo las cuotas compensatorias.
El 16 de abril se publicó en el Diario Oficial de la Federación la eliminación del impuesto de 96 por ciento a vajillas o piezas sueltas de cerámica y porcelana fabricadas en China. Además, el gobierno mexicano deberá devolver impuestos ya pagados.
La preocupación de los artesanos de Dolores se debe a los costos. Por ejemplo, un plato de cerámica de origen chino cuesta 3.53 pesos aun con el pago del arancel, y el mismo producto elaborado en Dolores Hidalgo tiene un precio de 2.61 pesos sin impuesto al valor agregado.
''La cerámica de China no tiene alma, no tiene ángel. Le falta la dedicación que le ponemos los artesanos de Dolores, pero la verdad es que en estos tiempos el acabado, la calidad, lo hermoso, quedan de lado y se busca lo más económico'', dijo Santos Martínez, fabricante de cerámica que en una semana tuvo que despedir a dos de sus cuatro empleados ''porque apenas comenzó esto y ya se puso feo''.
En la ciudad de Dolores hay 600 talleres donde se fabrican piezas de cerámica de manera artesanal. Se cuidan los colores, las combinaciones, y cada uno de los diseños es creación de los alfareros. ''No usamos plantillas. No es industrial, es artesanal. Pero aún así no vamos a poder competir porque aquí se pagan impuestos muy altos. Usamos gas, que cada vez está más caro, y además hay que pagar impuestos a la Federación y al estado. Eso nos está dejando en la ruina'', dijo Santos Martínez.
El presidente municipal, Luis Gerardo Rubio, dijo que las autoridades locales ''ya hicimos lo que teníamos que hacer: manifestamos el riesgo y nos entrevistamos con el secretario de Economía (Eduardo Sojo), y nos comentó que era un hecho consumado y hasta ahí''.
Anunció que el gobierno local apoyará a los artesanos, pero también reconoció que carece de un plan emergente.
En las calles de Dolores algunos comerciantes comenzaron a vender, entre la cerámica tradicional, piezas de origen chino. Amira Rosario, comerciante desde hace más de tres décadas, lamentó: ''Hay que comer. Si no pagan lo justo, hay que meter más barato, aunque se venda por docena''.
Los ceramistas de Dolores Hidalgo no pueden utilizar la palabra ''talavera'' en sus productos porque en 1997, por un descuido de Vicente Fox cuando era gobernador de Guanajuato, no se apeló de una solicitud de Puebla, que realizó trámites ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial para obtener la denominación de origen de ese tipo de cerámica.
''Ahí empezó nuestra desgracia. Como ya no podíamos vender talavera de Dolores, entonces tuvimos que venderla por cerámica dolorense. En el extranjero se compra la talavera, pero no otro producto; el extra que le pusimos es que está libre de plomo. Así pegó poquito, pero ahora nos vuelven a dar palo'', señaló el también artesano Marcelo Santos.