Usted está aquí: viernes 13 de julio de 2007 Opinión Ruta Sonora

Ruta Sonora

Patricia Peñaloza

The White Stripes, Gwen Stefani, Panteón Rococó

Ampliar la imagen Gwen Stefani Gwen Stefani

¿ICKY THUMP? ¿QUE es eso? Un juego fonético del desparpajado guitarrista Jack White, pues el vocablo en inglés es "ecky thump!", expresión que indica sorpresa. Y curiosamente, es lo que provoca el sexto álbum de The White Stripes: asombro, gozo, temblor de oreja, agitación de cuello.

PARECIA DIFICIL QUE tras el deslumbrante Elephant (2003), su obra maestra, este dueto de Detroit pudiera rozar siquiera la potencia rocanrolera y belleza melancólica de aquel paquidérmico disco. Ejemplo de esa limitación fue Get behind me Satan (2005), un trabajo mediano, amargo tras el truene de Jack con la actriz Renée Zellweger (aun así agradable al ser profuso en pianos, marimbas y tonadas simples). El líder del dúo se sentía cansado de sí, amurallado por un mismo girar. Por eso al escuchar Icky thump (2007), al jefe White se le nota que tuvo una sana válvula de escape al haber formado con Brendan Benson ese bandón llamado The Raconteurs; que se casó con la modelo inglesa Karen Elson; que tuvo una hija; que se mudó a Nashville, Tennessee, acorde con su raíz musical absoluta: el blues. Por su parte, la tímida pero encantadoramente imprecisa baterista Meg White (a quien Jack llama "el corazón de los White Stripes"), se mudó a Los Angeles. Mas esto no los detuvo. La distancia les ayudó a acercarse frescos, descansados; llenos de energía, amor y alegría. El resultado es un discazo, en el que Jack se deja ir, pues se escucha libre y volátil en las estruendosas guitarras: hay menos impostación en sus trazos requinteros. Es un álbum rugoso, ultra-bluesy, en el que se asientan más en su estilo. "Al ser de Detroit", dice Jack, "no podemos evitar sonar a John Lee Hooker, pero también a The Stooges".

EN COMPOSICION, ESTA en la onda del White blood cells (2001), su tercer disco, pero mientras aquél era un ensayo, éste es ya a lo que deberían sonar: por un lado, temas harto Led-Zeppelineros, sobre todo en los estallidos distor, los breaks repentinos, las melodías vocales; por otro lado, punky-boogies chacoteros. En general, Jack no pierde su sardónica melancolía lírica (en este disco, atascada, confesional).

MUSICALMENTE, LAS NOVEDADES son: un sabroso órgano Hammond; una gaita (en dos temas, tocada por Jim Drury); una trompeta mariachera (cortesía del mexicano Régulo Aldama), y bonches de voces y coros. Anímicamente, aumentan el desenfado, la espontaneidad; hay menos oscuridad y más juego, tanto en letras como en sonidos. El humor es preponderante, y el aliviane se nota desde el arte del disco, ya no en un estudio sino a la intemperie: foto en blanco y negro que los muestra en vestuario excéntrico, pero en pose casual, entre la tierrita y el lodo. Y es que es lo que son: una perla rocanrolera en medio del lodazal genérico que implica el aburrido hypster-indie-rock actual.

ASI, EL ALBUM que queda aún debajo de Elephant, pero encima de sus demás grabaciones (producido por primera vez en un "estudio moderno", dice Jack), contiene: el sencillo que da nombre al disco, cuyo estribillo no es cantado sino instrumental, colmado de explosivos riffs que cual vendavales agitan el pelo, con alentandos de tempo intencionales y una narración mordaz que critica al muro que pretende imponer Estados Unidos en la frontera con México: "Hey, blancos americanos, ¿no tienen nada mejor qué hacer? ¿Por qué no se expulsan a ustedes mismos, no son inmigrantes también? ¿Quién usa a quién? ¡No puedes ser el padrote y la prostituta a la vez!" (Jack creció en un barrio mexicano). Enorme. Otra joya es Conquest, cover a un cincuentero tema de la country Patti Page, en versión pasodoble-flamenco, en que la trompeta citada irrumpe grandiosa; también Rag & Bone, un boogie cómico, histriónico, cual si actuado por dos pepenadores, muy a lo Fell in love with a girl; la ruidosísima Little Cream Soda; la punky-progre Bone broke. Entre las "tranquilas" (es un decir), está el pasaje bucólico-folk-escocés-hillbilly-sicodélico (aquí, gaitas y banjo): Prickly thorn but sweetly worn, unida a St. Andrew, en que Meg canta bajito, cual niña. Rica es la balada 300MPH Torrential outpour blues, con tecladito soul, en la que de pronto saltan guitarras demoledoras. Los últimos temas se ponen muy Led-Zepp, mas se distancian Catch hell blues, llena de slides vaqueros, oscuros e infernales, y el blues filosófico Effect and cause, muy a lo Faces.

"ICKY THUMP BUSCA transmitir un ánimo positivo: el sentirse vivo, feliz", dice John Gillis (nombre real de Jack) a la revista Blender de julio. Y vaya que lo logra.

SA de CV, La Casta, Bo!

VIERNES 13: 1. La Sociedad Acústica de Sociedad Variable y su creatividad sónica en Zinco Bar (Motolinia 20, Centro). 23 horas, $150 2. Scratch it! Mash-ups y escratcheadas con No Somos Machos Pero Somos Muchos. Pasagüero (Motolinia 33, Centro). 22 horas, $100.

SABADO 14: 1. Panteón Rococó sigue presentando su sexto disco, de título homónimo. Babel Bar (Centro Comercial Mundo E). 21 horas, $200. 2. La Casta, noventero combo, también presenta disco nuevo: Llama doble (primera llama). Hard Rock Live (Campos Elíseos 290). 22 horas, $250. 3. A brincar con DJ Bo!, Freak y Aztek 732. Centro Cultural España (Guatemala 18, Centro). 21 horas, entrada libre.

DOMINGO 15: Gwen Stefani, la guapa ex vocalista de No Doubt, ahora un poco más afresada tras dos discos solistas (Love, angel, music, baby y The sweet escape). Palacio de los Deportes. 19 horas, 220 a 1,250 pesos.

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