Usted está aquí: viernes 13 de julio de 2007 Opinión Trastorno de Asperger

José Cueli

Trastorno de Asperger

Según escribe Carolina Campos, el trastorno de Asperger se describió por primera vez por el pediatra de origen vienés Hans Asperger (1943), quien escribe desde sus observaciones clínicas con un grupo de menores ingresados en un hospital de la capital austriaca. Sus descripciones parten del patrón de comportamiento tan sui generis de estos niños, lo cual lo condujo a identificar una nueva patología infantil que llamó ''sicopatía autista".

Encontró que esta nueva patología manifestaba las siguientes características: Las manifestaciones del cuadro se iniciaban alrededor de los tres años de edad y en ocasiones en edad más avanzada. El desarrollo del lenguaje era adecuado y frecuentemente avanzado en relación con lo esperado para la edad cronológica. Se observaban francas deficiencias en la comunicación pragmática. Cursaban con retardo en el desarrollo sicomotor y se observaba torpeza e incoordinación motora. Presentaban incapacidad para la reciprocidad social y emocional, así como dificultades en la comunicación no verbal. Se observaban, asimismo, presencia de comportamientos repetitivos, así como intereses obsesivos idiosincráticos. Coexistían también estrategias cognitivas sofisticadas y pensamientos originales. El pronóstico para la integración social era favorable.

A decir de la doctora Campos la mayoría de las características clínicas arriba mencionadas siguen siendo válidas, así como la tesis original de que se trataba de una entidad nosológica diferenciada de la esquizofrenia y del retraso mental.

Asperger insistió en enfatizar que en torno a estas características existía una importante heterogeneidad de síntomas aduciendo que había que tomar en cuenta la personalidad del niño, así como las influencias del medio ambiente. Por tanto la ''sicopatía autista", por él descrita, era de naturaleza heterogénea.

Este importantísimo descubrimiento para la sicopatología infantil no trascendió como debiera haberlo hecho en la comunidad científica internacional porque la propuesta procedía de Alemania, estaba escrita en alemán y el mundo se encontraba imbuido en la Segunda Guerra Mundial. Por tanto, el trabajo no pudo ser divulgado. Mientras tanto, en ese mismo año, en Estados Unidos, Leo Kanner (1943) publicaba su hallazgo sobre ''autismo infantil precoz" que tuvo gran impacto en la comunidad científica internacional.

Según nos explica Campos, el importante trabajo de Asperger fue divulgado hasta 1981 gracias a Lorna Wing, quien a propósito de su propia investigación con un conjunto de menores encuentra la similitud entre su grupo y el estudiado por Asperger. En esos momentos el ''autismo infantil precoz" de Kanner ya era considerado como una entidad nosológica diferenciada y reconocida como tal, por lo que la evolución del concepto del síndrome de Asperger se encuentra marcada por la evolución y el estatus de la condición del autismo.

Sin embargo, el propio Asperger, a pesar de que aceptó las similitudes entre ambas entidades, insistió y sostuvo que se trataba de cuadros clínicos diferenciados. Existen varios autores que apoyan esta opinión. Aunque, evidentemente, como menciona Campos, el síndrome de Asperger no ha escapado de la confusión y la controversia que rodea a los trastornos del espectro autista.

Existen definiciones aportadas por diferentes especialistas en la materia, criterios diagnósticos que privilegian diferentes síntomas del síndrome, diversos abordajes terapéuticos y una enorme y abrumadora multiplicidad de líneas de investigación.

 
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