La idea es convertir la red de ese transporte ''en un museo vivo'': Francisco de Souza
Se comprometen autoridades del STC Metro a rescatar tres murales de Ariosto Otero
Autoridades del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro de la ciudad de México se comprometieron a rescatar los tres murales que Ariosto Otero donó al Distrito Federal y que permanecen abandonados y deteriorándose en la plaza comercial Merced 2000 desde hace siete años.
Al enterarse -mediante la información publicada en estas páginas- de la indiferencia con que el asunto fue tratado por diversas instancias del gobierno capitalino, principalmente por la Secretaría de Cultura, el gerente de Atención Ciudadana del STC, Francisco de Souza Mayo, se comunicó con el muralista para ofrecerle todo el apoyo de esa dependencia.
El funcionario dijo que existe la intención de convertir la red del Metro de la ciudad en un ''museo vivo, para el disfrute de las personas", y que están interesados en incluir en su acervo las obras de Otero tituladas Monstruos de fin de milenio, los hilados (en honor de la antigua fábrica de hilos Cadena, donde se erigió la plaza Merced 2000) y Los pueblos no guardan memoria.
Los murales están dañados por la mugre acumulada en siete años, la humedad y el vandalismo, debido a que el inmueble donde se ubican, que pretendía convertirse en una gran plaza comercial para reubicar a los vendedores ambulantes de la zona, nunca funcionó como tal (La Jornada, 9 de abril de 2007).
No obstante, la restauración de las pinturas no implica un desembolso elevado de recursos, ''sólo voluntad política", algo que faltó a todas las autoridades a las que el artista Ariosto Otero solicitó su intervención para el rescate de esas obras.
Obras donadas a la ciudad de México
Francisco de Souza Mayo -por cierto, hijo de uno legendario fotorreportero, integrante de los hermanos Mayo-, propuso que los murales se ubiquen en estaciones "de las más concurridas" de ese sistema de transporte.
''En el Metro, cuyo director es Francisco Bojórquez, van a averiguar cómo están las cosas respecto de mis murales; en cuestión de papeleo existe gran entusiasmo de ellos, además de respeto por la obra. Espero que no haya ningún problema para que las tres piezas se retiren de la plaza Merced 2000. Si ninguna autoridad del gobierno capitalino se ha querido hacer cargo, no creo que objeten. Además, se trata de una obra que doné a la ciudad y de la que tengo derechos de autor", explicó Otero.
El artista propuso que los murales se ubiquen, uno en una estación en el sur, otro en una del norte, y el tercero en el poniente, ''donde muchas personas los puedan ver, pues para eso los pinté, para el pueblo".
El STC Metro cuenta con un acervo de 24 murales, entre ellos, Visión de un artista mexicano sobre Francia, de Rodolfo Morales, en la estación Bellas Artes; Visión del Mictlán, de Luis Y. Aragón, en Barranca del Muerto; Reproducción mural de Bonampak, de Rina Lazo, en Bellas Artes; La Universidad en el umbral del siglo XXI, de Arturo García Bustos, en Universidad; Elementos, de Alberto Castro Leñero, en Tasqueña, y Cosmos o la historia del principio, de Janitzio Escalera, en Iztapalapa.