Propone empresa opción para superar el problema
Sin solución, el desabasto de medicamentos del Seguro Popular
Entre la indefinición sobre cuál es el mejor esquema para garantizar el abasto de medicamentos para los afiliados al Seguro Popular (SP), y el rechazo de las empresas distribuidoras a entregar los productos, como planeó el gobierno de Vicente Fox, todavía está pendiente la solución de este tema.
Lo anterior no obstante que desde 2005, los funcionarios que entonces dirigían la Secretaría de Salud (Ssa) anunciaron que para asegurar que los derechohabientes del SP pudieran surtir sus recetas, se echaría mano de la red de farmacias privadas que existe en el país.
Alrededor de 20 mil establecimientos de este tipo han demostrado a lo largo de los años que siempre cuentan con los medicamentos que los usuarios les solicitan. Antonio Pascual Feria, presidente de la Asociación Nacional de Farmacias de México (Anafarmex), expresó desde un principio la disposición de sus representados a participar en la iniciativa.
En entrevista, comentó que con la administración pasada se determinó que la mejor vía para acabar con el desabasto y atender la creciente demanda de los afiliados al SP, era aprovechar la infraestructura ya instalada con las farmacias privadas, las cuales reponen sus inventarios cada 24 horas.
Lo lógico es que si el distribuidor de las farmacias privadas visita estos negocios a diario, no costaría nada que surta los medicamentos para venta y los que serían gratuitos para los derechohabientes del SP, indicó el empresario.
Bajo ese entendido, Anafarmex empezó a impartir cursos de capacitación entre los despachadores de farmacia, en los que a la fecha, han participado 5 mil personas y "estamos a la espera de que se reactive el proceso" para dar continuidad y concretar el nuevo esquema de abasto de medicamentos, señaló.
Sin embargo, la empresa privada Farmacéuticos Maypo, una de las principales distribuidoras de las instituciones públicas de salud, expresó su rechazo a este proyecto porque se encarece el costo de los medicamentos.
De esta manera se prolonga la ya larga cadena de inconvenientes que ha enfrentado el programa, en la cual también se encuentra el fallido intento por dotar de credenciales de identificación a los usuarios del SP en 2006, que luego devino en una investigación por parte de la Secretaría de la Función Pública aún en curso, por el presunto quebranto de más de 368 millones de pesos causado al erario.
Se suponía que además de identificar a los pacientes, las micas contendrían un dispositivo electrónico para almacenar su historia clínica y las recetas médicas que podrían surtir en farmacias públicas o privadas. No ocurrió así, las credenciales no se utilizaron y a finales de 2006 se realizó una nueva licitación que también está bajo investigación de la SFP.
Carlos Arenas, vicepresidente comercial de Maypo, dijo que lo más efectivo para garantizar el abasto es que las farmacias de clínicas y hospitales del sector público realicen un manejo eficiente de sus inventarios. Arenas planteó que las alternativas deben buscarse en las tecnologías de información y procedimientos que eliminan las mermas que se originan, por ejemplo, cuando los medicamentos caducan en los almacenes.
El representante de Maypo, que distribuye alrededor de 20 millones de unidades al año a instituciones de gobierno, subrayó que la solución "no está en distribuir a miles de puntos" como planteó la Ssa. Ese sistema, dijo el empresario, tiene una serie de complicaciones: la primera de ellas es que se pongan de acuerdo los actores que intervienen en la cadena de producción-distribución de medicinas.
Expresó la disposición de Maypo a colaborar con el gobierno y a cumplir con el pacto nacional que suscribieron el Ejecutivo, fabricantes, distribuidores y farmacias para asegurar que la dotación de medicinas, pero advirtió que la solución se encontrará sólo con la participación de todos los sectores involucrados.
Con base en esto, Arenas comentó que aún está en proceso de análisis el esquema que adoptará la Ssa para surtir las recetas.