Pasaron los momentos de oscuridad: Norberto Rivera
Perdió Villa de las Niñas 800 alumnas
Ampliar la imagen El cardenal Norberto Rivera Carrera y la directora de Villa de las Niñas, Margie Cheong, a la llegada del prelado a la ceremonia de graduación de las alumnas de secundaria y bachillerato del internado, ubicado en Valle de Chalco, estado de México Foto: José Carlo González
Chalco, Mex., 12 de julio. El cardenal Norberto Rivera Carrera apadrinó a 922 alumnas de la decimocuarta generación de secundaria y la quinta de bachillerato del internado Villa de las Niñas, localizado en el kilómetro 2 de la carretera federal Chalco-Mixquic.
El prelado, quien entregó medallas y reconocimientos a las alumnas más destacadas, dijo que la institución superó los ''momentos de oscuridad'' y reiteró su agradecimiento a quienes ''supieron mantenerse con profesionalismo y tratar con toda transparencia los problemas que aquí se presentaron''.
Se refería a lo ocurrido a partir del 5 de marzo, cuando la Secretaría de Salud intervino el internado luego que se detectó un síndrome atípico que afectó a unas 600 alumnas de todos los grados escolares, las cuales presentaron vómitos, dolor de cabeza, mareos y dolores musculares que les impedían caminar.
Hasta antes del escándalo, la matrícula en Villa de las Niñas era de 3 mil 600 alumnas, de las cuales 800 abandonaron el plantel, según se reportó oficialmente. Margie Cheong, suspendida de sus tareas a causa de ese incidente, fue restituida recientemente en la dirección.
Ante más de 2 mil estudiantes, el arzobispo primado de México consideró que las autoridades del internado, administrado por la congregación religiosa Hermanas de María, ''supieron tener la confianza a mi hermano, el obispo Artermio Flores Calzada. Lo felicito porque estuvo presente, como buen pastor, en medio de su rebaño''.
Reconoció a las religiosas, a los profesores y a los alumnos, de quienes dijo: ''Supieron dar testimonio de los valores que se imparten aquí. Los felicito porque, con valentía, superaron esos momentos. Después de aquella oscuridad, pueden ver que hoy hay luz, hay un sol hermoso'', añadió.
Según el prelado, las autoridades actuaron con transparencia para resolver el problema luego que se determinó que las alumnas fueron víctimas del llamado trastorno psicogénico de la marcha, el cual se desencadenó por las condiciones de pobreza y violencia intrafamiliar que las afectadas vivieron en sus comunidades de origen.