Forcejea con representantes de los medios luego de su comparecencia en San Lázaro
El fiscal para delitos contra periodistas protagoniza agresión hacia reporteros
Impide el trabajo de los fotógrafos y se escabulle entre las instalaciones de la cocina
El panista Priego Tapia ofrece disculpas; dice que exigirá al funcionario una explicación
Ampliar la imagen Al centro, el fiscal especial para la atención de delitos cometidos contra periodistas, Octavio Orellana, quien ayer compareció ante una comisión especial de la Cámara de Diputados y luego protagonizó un escándalo con reporteros Foto: Luis Humberto González
En un hecho insólito, el fiscal de la Procuraduría General de la República (PGR) encargado de investigar los delitos contra periodistas, Octavio Orellana, y su equipo de seguridad, agredieron ayer a un grupo de reporteros que buscaron entrevistarlo cuando salía de su comparecencia ante una comisión especial de la Cámara de Diputados, en la cual reconoció que el incremento de la violencia contra los trabajadores de los medios de comunicación "es muy preocupante".
Entre empujones, el funcionario se abrió paso e inclusive tapó con sus manos las lentes de las cámaras que grababan la escena. Abrazado por sus guardaespaldas, bajó las escaleras del salón B de la zona de Los Cristales -donde se realizó la reunión-, después se metió a la cocina para evadir a los comunicadores, pasó entre meseros, cocineros y estufas, salió por el baño y así, literalmente, logró escapar.
En el camino, un agente de la PGR empujó a reporteras y a un camarógrafo, y en el tropel, el propio policía cayó entre las mesas del restaurante.
El presidente de la comisión especial que da seguimiento a las agresiones contra periodistas, Jorge Priego Tapia, lamentó el incidente y consideró que los reporteros agredidos están en su derecho de presentar una denuncia ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), pero reconoció la contradicción de que si esto se trasladara a la fiscalía difícilmente Orellana podría investigarse a sí mismo.
"Ofrezco una disculpa. Nosotros no tuvimos nada que ver en eso, pero condeno que se haga. Platicaré con el fiscal para que dé una explicación y para que ningún funcionario genere un malestar (sic) como éste. Nos aseguraremos de que no vuelva a ocurrir", expresó el legislador del PAN.
Antes, en la reunión, Orellana admitió que algunas estadísticas colocan a México en el segundo lugar de los países que representan más peligro para el ejercicio periodístico.
Además, informó que entre el 15 de febrero de 2006 y el 30 de junio de 2007 -en el último año del gobierno de Vicente Fox y el primero de Calderón- se cometieron 170 delitos contra comunicadores, de los cuales, según él, 23 por ciento fueron cometidos por el crimen organizado, 20 por ciento por gobiernos de los estados, municipales "y, en ocasiones", por dependencias federales; el resto, señaló, por particulares que consideran indebidamente que una información publicada los afectó.
Ante las preguntas de los diputados sobre el avance de las investigaciones, Orellana aseguró que "en ningún caso se fabricarán culpables", pero eludió la pregunta que el propio Priego Tapia le hizo sobre las pesquisas para encontrar a comunicadores desaparecidos. Se refirió al caso específico de un reportero y un camarógrafo de Tv Azteca en Monterrey. El fiscal simplemente se limitó a expresar que comparte el dolor de los familiares.
Eso sí, aprovechó para dar prioridad a sus demandas, entre ellas que la comisión promueva una reforma que permita la permanencia de la fiscalía, para que "no esté sujeta a vaivenes políticos", y la asignación de un presupuesto fijo.
Asimismo, el funcionario expresó su preocupación por los recursos asignados a la fiscalía. Inclusive resaltó que los viáticos que se otorgan para investigar denuncias en los estados "son muy raquíticos".
Priego cuestionó el hecho de que los gobernadores de Tamaulipas, Sonora, Oaxaca y Veracruz "actúan con cinismo", porque ante las solicitudes de información y colaboración responden con "constantes evasivas y con gran descaro hasta rechazan el respeto a la libertad de expresión".
El legislador panista reprochó también el desinterés de los 11 diputados que no se presentaron a la reunión: Israel Beltrán, Eduardo Sánchez y Víctor Valencia de los Santos, del PRI; Joaquín de los Santos, Selene Hernández Gaytán, Rubén Montalvo y Luis Sánchez (que en ese momento se practicaba una sangría en el Angel), del PRD; Humberto López Lena, de Convergencia; Faustino Estrada, del PVEM, y los panistas Osiel Castro y Leobardo Curiel.