Conflicto agrario provocó destierro de 17 familias
Un páramo desde hace ocho meses, la comunidad de Viejo Velasco, Chiapas
Ampliar la imagen Ropa, trastos y muebles dañados se observan en casas de madera abandonadas en la comunidad de Viejo Velasco Suárez, en la selva Lacandona * Moysés Zúñiga
Viejo Velasco Suárez, Chis., 8 de julio. Escenario de una disputa que hasta el momento ha dejado seis muertos y dos desaparecidos, por la posesión de tierras, esta comunidad de Ocosingo, ubicada en la selva Lacandona, permanece deshabitada desde el 13 de noviembre pasado.
Dentro de las casas de madera abandonadas aún se observan pertenencias revueltas desde hace meses por más de 300 subcomuneros de la llamada comunidad Lacandona, integrada por Nueva Palestina, Lacanjá Chansayab, Lacanjá Tzeltal y Frontera Corozal, que llegaron con armas de fuego, machetes y palos a desalojar a las 17 familias que habitaban Viejo Velasco Suárez.
Pocos vecinos de comunidades aledañas se atreven a pasar por aquí, donde la fruta de los árboles (mangos, limones, granadillas, aguacates) se pudre en el suelo. Al parecer, nadie ha vuelto después del 13 de noviembre.
La maleza ha crecido en toda el área al grado de ocultar varias casas, igual que el sitio donde cayeron muertos Filemón Benitez Pérez y su tío Antonio Mayor Benítez Pérez. Los pobladores de la zona han creado veredas para evitar el paso por esta comunidad, donde se aprecian los restos de una vivienda quemada.
El predio perteneciente a Viejo Velasco Suárez -que según la organización Maderas del Pueblo del Sureste consta de 2 mil 334 hectáreas-, motivo de la confrontación, ha quedado abandonado, pero los familiares de los muertos aseguran que un día volverán, pues la tierra "ya está pagada con la sangre" que derramaron sus pobladores.
Las víctimas
Además de Benítez Pérez y Benítez Pérez, el 13 de noviembre fueron asesinados María Núñez González, Miguel Moreno Montejo y Pedro Núñez Pérez, cuyos restos presuntamente fueron encontrados el pasado viernes en el camino entre Viejo Velasco y Paraíso. Por los agresores falleció Vicente Pérez Cruz. Mariano Pérez Guzmán y Juan Peñate Montejo, habitantes de Viejo Velasco, siguen desaparecidos.
En la cárcel se encuentran Diego Méndez Arcos, originario de la vecina Nuevo Tila, detenido cuando llegó a auxiliar a pobladores de Viejo Velasco, y Felipe Díaz López, de Nueva Palestina, confeso de participar en la agresión.
El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas aseguró que "de agredidos, la Fiscalía General del estado ha convertido en agresores a los pobladores de Viejo Velasco Suárez, contra quienes ha librado seis órdenes de captura".
Diego Cadenas, abogado del organismo, dijo que las nuevas órdenes de aprehensión, "injustas", son contra Petrona Núñez González -secuestrada dos días por indígenas de Nueva Palestina- y su hermano Roberto, que "ni siquiera estaba" en el sitio de la agresión el 13 de noviembre, y contra cuatro pobladores de comunidades aledañas.
A los dos primeros les asesinaron a su hermana María y a su padre, Pedro Núñez.