La futura Constituyente disolverá el Legislativo por que no sirve para nada, señala
Advierte Rafael Correa que gobernará sin tener en cuenta al Congreso de Ecuador
"Represalia por que no hacemos lo que quiere", dice el partido opositor Sociedad Patriótica
Ampliar la imagen El presidente de Ecuador, Rafael Correa, durante una reunión del Mercosur en Asunción, Paraguay, en junio Foto: Reuters
Quito, 8 de julio. El presidente de Ecuador, Rafael Correa, dijo que gobernará sin tener en cuenta al Congreso unicameral -organismo que espera sea disuelto por la futura Constituyente- al acusar de chantaje a un diputado opositor, cuyo partido negó la denuncia este domingo.
En su cadena semanal de radio, el mandatario anticipó que demandará ante la Fiscalía a 18 diputados que le pidieron prebendas burocráticas para respaldar su proyecto de ley para controlar la banca y reducir el costo del crédito.
Según Correa, un capitán de policía se hizo pasar por su asesor y se entrevistó con el legislador César Mora, de Sociedad Patriótica (SP), que ofreció respaldo al gobierno a cambio de puestos y asegurando que representaba a otros 17 diputados.
Molesto por la que llamó corrupción del Legislativo, el jefe de Estado dispuso que su gabinete "hiciera como si no existiera el Congreso", y reiteró que de obtener la mayoría en la elección de la Asamblea que redactará una nueva Constitución, ordenará su disolución.
"Hagan lo que quieran (diputados) que nosotros vamos a seguir trabajando con el pueblo ecuatoriano y si ganamos esta elección el 30 de septiembre, esta Asamblea (Constituyente) tendrá que disolver el Congreso, porque no sirve para absolutamente nada", declaró.
Este domingo Sociedad Patriótica negó la denuncia y dijo que "se trata de una represalia" por la falta de respaldo a las iniciativas que impulsa el Ejecutivo.
"Los cargos contra el diputado César Mora no son verdad. El gobierno está resentido porque el Congreso no está haciendo lo que él quiere", dijo a Afp Luis Almeida, jefe del bloque legislativo de SP.
El dirigente agregó que el "verdadero corrupto es el gobierno, que tiene cargos y puede ofrecerlos".
"En principio trató como aliados a los diputados, pero después de que despertaron, se dieron cuenta del engaño del Ejecutivo, no lo apoyan y él los amenaza con destituirlos o enjuiciarlos", sostuvo.
La oposición tuvo la mayoría del Congreso hasta el 7 de marzo, cuando fueron destituidos 57 legisladores por un controvertido fallo electoral.
La recomposición pareció favorecer al gobierno, aunque en las últimas semanas el rechazo legislativo a varios de los proyectos oficiales hizo renacer una mayoría adversa a Correa, quien gobierna desde el 15 de enero con una alta popularidad.
Incluso el mandatario, quien siempre ha negado pactos con las fuerzas políticas, vinculó al Legislativo con un supuesto plan para destituirlo.
"Trataron de reunir 67 votos para destituirme, pero es muy difícil sacar a un presidente con un respaldo popular de 85 por ciento", indicó Correa, quien aseguró que "existe una conspiración en marcha que también involucra a banqueros, industriales y algunos medios de comunicación".
El partido SP, del ex presidente Lucio Gutiérrez, dijo que ignorará las declaraciones de Correa y "seguirá haciendo su trabajo manteniéndose al margen de la confrontación que alienta" el Ejecutivo.
Por su parte, Izquierda Democrática pidió una investigación sobre las denuncias del mandatario, al tiempo que abogó por una tregua política al considerar que "las pugnas, beligerancias y conflictos (...) le han hecho un daño enorme a la nación", según un comunicado divulgado por el portal Ecuadorinmediato.