La televisión de EU desaira a Michael Moore
Larry King, uno de los presentadores más vistos en la televisión estadunidense, canceló una entrevista que tenía programada con Michael Moore para hablar sobre su cinta Sicko, que denuncia el terrible estado del sistema de salud en aquel país, porque le surgió la oportunidad de entrevistar a Paris Hilton, recién salida de la prisión.
Sí, el presentador prefirió entrevistar a alguien que se dedica profesionalmente a irse de reventón al cineasta que más ha expuesto y enfrentado al sistema económico y político estadunidense.
Sin embargo, contra viento y marea televisivos, Sicko logró ser el segundo documental más visto en su primer fin de semana en salas estadunidenses, sólo rebasado por Fahrenheit 9/11, del propio Moore.
También tuvo la segunda más alta audiencia promedio por pantalla para el pasado fin de semana (sólo le ganó Ratatouille).
Sicko logró recaudar en tres días más del doble de lo que, según Variety, obtuvieron en total los 29 documentales que se estrenaron en 2007 (menos de 2 millones de dólares), señaló Michael Moore, en su más reciente carta abierta.
Esto en lugar de enorgullecerlo, lo indigna: “He visto grandes documentales y es una lástima que la mayoría de ustedes no los pueda llegar a ver”.
Por tanto piensa hacer algo al respecto: “En el transcurso del año anunciaré un nuevo proyecto que ayudará a otros cineastas a obtener la distribución que se merecen”.
Historias de terror
Michael Moore anunció que gracias a la enorme audiencia en los 440 cines en los que se exhibía Sicko, el estudio decidió proyectarlo en 200 cines más (a partir del 3 de julio). Y el viernes 6 van a añadir otras 100 ciudades.
Además, Moore dijo que le llegan ([email protected]) montones de cartas de estadunidenses contando sus historias de terror con el sistema de salud. Una mujer escribió que su dentista le dio dos opciones: le sacaba todos los dientes o tenía que pagar 30 mil dólares por arreglarlos. Ella optó por renunciar a sus dientes. “Fue una decisión que la forzaron a tomar porque vive de quincena en quincena en el Estados Unidos de la clase media. Esto es un crimen”.
Actualmente, en Estados Unidos, el sistema de salud es el tema político doméstico más importante y comienza a haber un debate en torno a que en una supuesta democracia la salud debería ser un derecho de todos y no una fuente de lucro para las empresas aseguradoras. Por su parte, las aseguradoras han hecho todo para que el derecho universal a la salud parezca una propuesta radical.
Un artículo de The Nation explica cómo “la solución de Moore es simple: deshacerse de las compañías aseguradoras… acabar con las ganancias obtenidas por ofrecer servicios de salud. Socializarlos. Hacerlos bienes públicos”.
The Nation plantea que la película sola no puede librar esta batalla.
El director cree que “existe la posibilidad de que esta cinta despierte un movimiento”. E invita: “No dejemos que el momento pase”.