Atestiguarán 70 sobrevivientes de la dictadura

Comienza el juicio contra sacerdote cómplice de represores en Argentina

STELLA CALLONI

Buenos Aires, 5 de julio. Inmutable, esbozando una sonrisa, observando a quienes estaban en la sala para declarar en su contra, el sacerdote Christian Von Wernich, capellán de la policía bonaerense durante la dictadura militar (1976-1983), compareció hoy ante el tribunal que lo juzgará por siete homicidios, 42 secuestros y 31 casos de torturas. Después de escuchar las acusaciones se negó a declarar.

En medio de un gran despliegue policial y movilizaciones ante el tribunal que funcionó en La Plata, capital de la Provincia de Buenos Aires, el sacerdote, quien permanece en prisión preventiva procesado por otros delitos, comenzó el juicio contra el religioso.

Su actitud fue similar a la que mantuvo cuando en mayo de 1985 declaró en los juicios contra las juntas militares de la dictadura. Von Wernich fue confesor del general Ramón Camps, jefe de policía de la provincia de Buenos Aires y responsable de miles de desapariciones y otros delitos.

Von Wernich, reconocido por testigos como cómplice en torturas y asesinatos cuando era visitante asiduo de los centros clandestinos de detención, había sido condecorado por otro de los criminales de la dictadura, Guillermo Suárez Mason, un general que trabajó directamente con la CIA y fue clave en la Operación Cóndor, la coordinadora criminal de las dictaduras del Cono Sur.

En aquella sala de 1985 familiares de desaparecidos denunciaron cómo utilizaba su supuesta "asesoría espiritual" para hacer hablar a los detenidos, y la forma en que ofreció su "ayuda" para obtener documentos para que las víctimas viajaran al extranjero y estuvieran a salvo.

Desesperados, familiares de detenidos juntaban dinero, incluso vendiendo todos sus bienes, pero en realidad el viaje que hicieron los detenidos fue hacia la muerte.

Durante la comparecencia de hoy el sacerdote estuvo protegido para que nadie lo agrediera, al tiempo que testigos declararon sobre sus crímenes cometidos en cinco campos de concentración del denominado "circuito camps": Arana, la Brigada de Investigaciones y la Comisaría 5º, todos del partido de La Plata, así como Puesto Vasco (en Bernal), el Pozo de Quilmes y el COT 1 de Martínez, en la provincia de Buenos Aires.

Según un grupo de querellantes que habló con La Jornada, "este nuevo juicio oral nos pone en una situación de suma gravedad. Se cumplieron ya nueve meses de la desaparición de nuestro compañero, Julio López, y desde entonces las amenazas y las agresiones a testigos, familiares, abogados, funcionarios judiciales y militantes populares no han cesado"

Von Wernich deberá ser juzgado nuevamente en el futuro por otras víctimas y otros represores deberán dar cuenta de los mismos delitos que se investigarán en este juicio.

"Sostenemos que esta mecánica dilatoria es un aporte más a la impunidad. Sin embargo, nuevamente participaremos del proceso oral representando a la mayoría de los querellantes. En este juicio nos proponemos mostrar que Von Wernich fue pieza clave de ese genocidio" señaló el grupo de querellantes.

El tribunal, integrado por Carlos Rosanski, Norberto Lorenzo y Horacio Isaurralde, es el mismo que juzgó y condenó el año pasado al comisario Miguel Etchecoltaz , el hombre de inteligencia y segundo de Camps en la jefatura de policía de La Plata, con quien Von Wernich ahora comparte la cárcel en el Penal de Marcos Paz.

En este juicio atestiguarán 70 sobrevivientes de los centros clandestinos, algunos de los cuales fueron compañeros de Jorge Julio López, el albañil que sobrevivió a los horrores en tres de estos lugares de tortura y muerte, y que desapareció poco después de dar su testimonio, que sirvió para la condena de Etchecolatz.

Von Wernich es procesado con prisión preventiva por 12 casos de privación ilegal de la libertad y torturas, en los centros de Puerto Vasco, Coti Martínez y Pozo de Quilmes. El próximo martes continuará este juicio.